La sombra catastrófica de los incendios de 2020: en Chaco hoy suenan alarmas y batallan «a contra reloj»

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Durante 2020 en Chaco fueron incendiadas más de 100 mil hectáreas producto de, al menos el 95%, quemas intencionales. Para imaginar la dimensión del problema: deberíamos prender fuego dos ciudades del tamaño de Resistencia. En 2021, el panorama climático, sumado a la falta de consciencia humana, parece aún más desalentador. Hasta julio, y recién comenzando ahora a experimentar la nueva temporada de incendios, Greenpeace ya reportó más de 10 mil hectáreas incineradas. Aún resta lo peor.

No fue casualidad. Tanto autoridades gubernamentales como investigadores especialistas en bosques aseguraron a este medio que las llamaradas voraces son producto de la obra humana. Tal es así que incluso estiman alrededor de 10 mil las hectáreas perdidas dentro del Parque Nacional El Impenetrable. Sí, el considerado «pulmón verde» de la provincia; ese territorio tan cuidado que recibe elogios mundiales por su fauna y flora.

 

El 2020 fue una tragedia total para Argentina: el SNMF (Servicio Nacional de Manejo del Fuego) informó que desde el 1 de enero hasta el 12 de diciembre fueron quemadas 1.151.931 hectáreas. Y estos son los números oficialmente reportados a nivel nacional, que aún así sólo adhiere lo producido en Chaco hasta octubre, porque más allá de esa fecha no hay registros de ninguna incidencia provincial. Un número muy redondo de hectáreas: 85.000, punto y aparte.

Lo cierto es que, a pesar de que los registros de incendios en Chaco son tomados anualmente, la primera denuncia vecinal pública comenzó un 25 de abril. Luego, tomaron una enorme visibilidad notoria entre los meses de julio, agosto, septiembre y octubre. 

Durante agosto y septiembre, al menos la mitad de los días de cada mes, Chaco estuvo en llamas. «En los últimos 10 días se quemaron unas 10.000 hectáreas y desde el 27 de julio hubo al menos 6.443 focos de incendios en la provincia», informaba Gobierno a comienzos de agosto. Los principales incendios estaban dentro de pequeñas localidades en los departamentos Almirante Brown, Sargento Cabral, Maipú, General San Martín, Bermejo y San Fernando.

La situación se había vuelto tan crítica que, en tan sólo 11 horas del 24 de septiembrela provincia registró 910 focos de incendios, según afirmó en aquella fecha Mario Sandoval, subsecretario de Protección Civil.

Y así continuaron los incendios, arrasando de lleno con vegetación en localidades como El Tacuruzal, Pampa Esperanza, El Palmar, Tres Isletas, Castelli, Miraflores, El Espinillo, Villa Río Bermejito y Colonia Benítez.

Incluso tuvo que intervenir por la situación argentina el mismísimo papa Francisco, quien lamentó los incendios «provocados por el hombre» y pidió que «el Señor sostenga a los que están sufriendo las consecuencias de estas catástrofes y nos ponga atentos a preservar la creación».

Finalmente, las llamaradas masivas intencionales cesaron en 2020 tras meses de preocupación. ¿Quizás lograron su cometido?. 

Ya por el 2021, son seis los grandes incendios reportados públicamente vía medios de comunicación hasta el presente, pero según lo reporta el SMNF a través de sus partes diarios, todavía tenemos 0 hectáreas quemadas.

Sin embargo y, a pesar de que sólo en marzo un incendio arrasó con 700 hectáreas en el Paraje Los Gansos, el mencionado Sandoval advirtió a este medio lo siguiente: «Ya están comenzando a quemar en muchos lugares. Estamos teniendo incendios de pastizales, intervenciones…aunque todavía no podemos decir que es alarmante, ya lo estamos padeciendo».

En este sentido, el funcionario explicó que los diferentes actores que luchan contra el fuego ya toman medidas activamente para evitar que se produzca una catástrofe similar a la del año anterior. «Este año estamos haciendo un trabajo desde un poco más temprano en algunas zonas que ya considerábamos problemáticas por lo que era la cantidad de pasto que veíamos, es decir, la cantidad de combustible existente más las heladas que comenzaban a caer«, expresó.

Por ello, afirmó que trabajan en la preparación de Defensas Civiles para las localidades donde el fuego podría arrasar con mayor facilidad, y donde tampoco existen cuarteles bomberiles, como Concepción del Bermejo, por ejemplo. También se realizan capacitaciones para atacar incendios y mantenimiento de vegetación.

Sin embargo, reconoció que ya «corren a contra reloj». «Las condiciones están dadas: la falta de lluvias, sumadas a las heladas que hemos tenido nos va a dejar mucho combustible. La factibilidad de focos ígneos va a estar alta. Nosotros nos vamos a seguir preparando», dijo.

Definitivamente, las condiciones climáticas actuales de la provincia, sumadas a la intencionalidad del ser humano, dejan un pronóstico para nada alentador de lo que sucederá de ahora en más: sin ir más lejos, este lunes las dotaciones de Bomberos frenaron fuertes incendios en General San Martín, Castelli y Presidencia de la Plaza.

Así las cosas, la falta de responsabilidad social vuelve a ser un factor importante durante estos meses. Las leyes actuales que sancionan las quemas intencionales de bosques, productos forestales y vegetaciones parecen no ser suficientes como para desmotivar a los «pirómanos»30 días de arresto o seis salarios mínimos, vitales y móviles para aquellos que incineren vegetación; y 60 días, o 10 remuneraciones para quienes quemen recursos naturales o cualquier otro tipo de objeto que pueda resultar contaminante.

El ayer decretado «código rojo» de la ONU, apoyado por los científicos más expertos del mundo, advirtió que la tierra se calentará 1,5 grados centígrados en 19 años, y que sus consecuencias se verán «a muy corto plazo» si no se toman medidas urgentes. Las continuas pérdidas en los pulmones verdes mundiales sólo agravan la situación aún más.

¿Tomaremos, como sociedad, medidas más serias?