Se trata del profesor Cesar Solís que cumplía funciones como profesor de Matemáticas en la ESFA 2 «El Zanjón» y envió una nota a las autoridades de la Cooperadora del establecimiento para explicar el motivo de la separación de su cargo en dicho establecimiento.
La nota pone en conocimiento de dicha comunidad educativa que a fines del mes de abril realizó una exposición policial dejando constancia que «las instalaciones de la Institución no se encontraban en condiciones de recibir a los alumnos».
Según la carta, Solís señaló que “la directora del establecimiento Noelia Colman convocó a una reunión con los padres de la cooperadora donde informó que se encontraba enojada con el profesor Solís por la exposición policial que realizó”.
Solís agregó además que «en esa reunión la directora del establecimiento mencionó que no debería encontrarme en el cargo porque tengo una denuncia por abuso y agregó una serie de insultos irreproducibles, mencionado que me habían echado de otro colegio, pero son todas mentiras», manifestó.
«A mí me interesa que la comunidad de El Zanjón y también la comunidad de Quitilipi se enteren de esta situación para que dejen de abusar de los derechos del docente», dijo el profesor.
Por otro lado, lamentó que la directora del establecimiento se haya dirigido en términos tan vulgares hacia su persona, «lo más bajo que puede hacer alguien es tocar la sexualidad de las personas, como que es una condición necesaria para el ejercicio de la docencia, eso es lo que más me indignó».
Además, el docente afirmó que desde que Colman es Directora del establecimiento «no deja de hostigar, perseguir y discriminarme con sus dichos en los pasillos del colegio, a colegas y a padres. Quiero que pregunten a sus hijos cómo soy como profesor, cuál es mi conducta frente a ellos y ahí se darán cuenta quien dice la verdad».
Por último, señaló que «reclamar los derechos de los estudiantes a que tengan clases en lugares apropiados, que se repartan fotocopias, que se repartan las mercaderías, que se le dé el almuerzo, molesta y eso hace que se inventen historias vergonzosas que no solamente dañan mi honor, mi profesión y prestigio, sino también. y lo más triste, es que daña a la institución educativa ESFA», concluyó Solís.
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