“El sistema sanitario también se ha relajado”, había apuntado ayer el presidente Alberto Fernández en medio de los anuncios de nuevas restricciones. Había usado la declaración para explicar el aumento de los contagios en todo el país, que se vio en las últimas semanas y que llevó al Gobierno a tomar medidas.
«Me parece que -el presidente- no conoce lo que es el sistema de salud»
Los dichos de Fernández causaron gran revuelta en las últimas horas, y en medio de ello habló el Dr. Julio Picón, un reconocido médico cirujano de Resistencia, Chaco. «Soy médico de Salud Pública, trabajo 68 horas por semana en guardias de emergencias», escribió el doctor en Twitter, agregando: «Lo que está colapsada es la paciencia de la gente«.
El Dr. Picón habló más tarde en Radio Nordeste y subrayó que las declaraciones del presidente las considera «irresponsables». «Trasladar la culpabilidad al sistema de salud y decir que se relajó atendiendo otras patologías más que COVID, me parece que no conoce lo que es el sistema de salud«, apuntó. Explicó que no pueden dejar de atender a pacientes con las demás patologías y que «cada vez hay más».
«No hay que desatender otras enfermedades», subrayó, agregando que hay patologías que tienen incluso una mayor tasa de mortalidad que el coronavirus.
«Si se preparó -el sistema de salud-, no sé a dónde se preparó, porque estamos igual, o peor, y más cansados. Ahora solo usamos barbijo porque no hay -insumos-«
El médico, que se desempeña en las guardias de emergencias tanto en el Hospital Perrando de Resistencia como en el Hospital Eva Perón de Barranqueras, remarcó en esta misma línea que «estamos viendo patologías cada vez más complicadas«, producto de un sistema poco organizado. Apuntó que estos pacientes a menudo requieren una internación más prolongada.
«Me parece que falta una estrategia unificada en el manejo de la pandemia«, consideró además el Dr. Picón, señalando que si bien el presidente emite el decreto de necesidad y urgencia, no hay un acuerdo establecido con los gobernadores y los intendentes, y cada uno determina qué medidas tomar. «Desde el punto de vista de la salud no funciona de esa manera. Siempre el abordaje es multidisciplinario», añadió.
«Nuestra vida como humanos es la interacción»
En cuanto a las restricciones anunciadas por el presidente ayer, sostuvo: «No me cierra», y señaló que si bien durante la noche -de 20 a 6 h- la circulación está paralizada, durante el resto del día «se mueve todo el mundo», por lo cual igualmente hay riesgos de contagios. «Obviamente que el caudal de gente disminuye», reconoció no obstante.
En esta misma línea, apuntó que si bien la salud es lo más importante, «hay que ver la calidad de vida». En ese sentido remarcó la importancia del contacto social en los niños. «Nuestra vida como humanos es la interacción. Hay vida más allá del latir y el respirar«, subrayó.
Por otra parte, el médico también habló sobre la situación de la pandemia en Chaco, en relación a hace un año. Aseguró que aunque el Gobierno había manifestado que iban a preparar el sistema de salud, «si se preparó, no sé dónde se preparó, porque seguimos igual, o peor, y más cansados». Señaló la falta de insumos de protección personal también, una de las claves para el cuidado de los trabajadores. «Ahora usamos solo barbijos porque no hay«, apuntó.
HILO COMPLETO EN TWITTER (@drjuliopicon):
Soy médico de Salud Pública, trabajo 68 horas por semana en guardias de emergencias. Y lo que se me ha relajado es el esfínter, por escuchar estas boludeces. Lo que esta colapsada es la paciencia de la gente, que tiene que lidiar con turnos eternos para ser operados.
Lo que no da más es la tolerancia del personal de salud, al que se le rinde homenajes vacíos y se le nombra esencial, pero se lo sigue humillando, que no se lo escucha en sus reclamos de mejora salarial, de insumos para trabajar mejor o de cómo diseñar una estrategia sanitaria.
El virus es real, la pandemia está azotando con dureza; pero la situación social no da para más. Se dice que la vida es un valor superlativo. Los médicos así lo consideramos. Pero también hay un valor no menos importante: la calidad de vida.
La calidad de vida es tener una buena educación, recibir a diario alimentación saludable y nutritiva, establecer lazos de afecto y relación social, tener la posibilidad de recibir atención médica de calidad, trabajar en libertad y gozar de las ganancias de mi trabajo.
Vivir por vivir, respirar y latir y carecer de todo lo anterior no es vida. No es vida humana por lo menos. Reducimos nuestra existencia a la pobre supervivencia como lo haría cualquier animal. Trasladar las consecuencias de la mala administración a la población es de hipócritas.
Por favor, sean sensatos y coherentes. Actúen con la verdad. Si hay vacunas, díganlo y distribúyanlo. Y si no las hay, díganlo también. Lo que más exaspera es el nivel de improvisación con que se manejan. No me asusta una cuarentena estricta. Lo que me asusta es no tener rumbo.
No tener un algoritmo o una estrategia sanitaria, como el que se suele diseñar en medicina táctica o cuando se enfrenta a situaciones de víctimas en masa. Parece como que se va inventando sobre la marcha. Y en Salud, no sirve. El que no sabe lo que busca no sabe lo que encuentra.
Fuente 21tv