La intendenta de Pampa del Infierno, Glenda Seifert, se refirió al escenario en relación a la falta de lluvias. “La última lluvia importante fue en febrero, después una muy leve en el mes de marzo y de ahí no tuvimos lluvias importantes y tenemos una sequía extrema. Es muy complicado, no solo para la producción sino que también se empieza a sentir la falta de agua para el consumo”, alertó.
Mencionó que en un 80% se vio afectada la siempre de girasol, que muchos productores no pudieron levantar la cosecha de trigo por falta de lluvias y también se ve afectado el sector ganadero, mayor y menor. “Los productores están viendo la sequía en sus represas, los pozos están empezando a mermar su caudal de agua o el que tiene es muy salada y empieza a complicar la situación en toda la región”, describió.
Recordó que la zona se abastece por el acueducto el Loro Blanco a 35 kilómetros de la localidad. “Sí hacemos acarreo de agua para los productores con las cisternas de agua hacia los campos, tanto para consumo humano como para asistencia. Esto es de lunes a lunes, no se corta. Nosotros no tenemos agua potable, entonces el suministro de agua es por venta domiciliaria ya sea de los particulares o de parte del municipio. Nosotros lo llevamos sin costo y estamos en 300 mil litros diarios. Y también hay una parte privada que se dedica a la venta de agua y lleva a domicilio e inclusive a los campos”, explicó.