En el marco del Juicio por la Verdad que se lleva adelante sobre la Masacre de Napalpí, el Equipo Argentino de Antropología Forense /EAAF) remitió a la Justicia Federal del Chaco un extenso informe sobre la primera etapa de trabajos de Excavaciones y Exhumaciones realizados en septiembre del año pasado en el Lote 39 de Colonia Aborigen. En la misma, se determina que varios de los restos encontrados corresponden a una de las víctimas de la Masacre.
La exploración llevada adelante por los antropólogos forenses había sido ordenada oportunamente por la Jueza Federal, Zunilda Niremperger a partir de un pedido de los Fiscales, Federico Carniel, Carlos Amad, Patricio Sabadini y Diego Vigay, en el marco de la Investigación que considera a la Masacre de Napalpi como un crimen de Lesa Humanidad y que promueve el Juzgamiento en un Juicio por la Verdad.
El minucioso informe final Antropológico, Arqueológico y Genético del EAAF detalla todos los trabajos de excavaciones realizados en el lugar durante 40 días y en particular la exhumación de los restos de un cuerpo sepultado en una fosa individual.
En el caso de los restos encontrados si bien no se pudo precisar la fecha de la sepultura, se estableció que se trata de una persona de sexo masculino tanto por los rasgos morfológicos y por medidas antropométricas de huesos largos (tibia), de un rango etario de entre 25 y 45 años de edad según los centros secundarios de osificación y de una Estatura aproximada de 168 a 175 centímetros estimada por medición de huesos largos.
Como herida traumática perimortem ósea ocurridas alrededor del momento de la muerte de la persona se ubicó una lesión indeterminada con forma irregular de 16.4 milímetros de largo por 10.7 mm de ancho, con pérdida de sustancia ósea en uno de sus pies, informaron fuentes judiciales.
El trabajo de los antropólogos tuvo limitaciones ya que al cuerpo encontrado le faltaban los restos óseos de toda la parte superior los que fueron extraídos en intervenciones anteriores de extracción anteriores.
De los indicios surgidos del trabajo del EAAF como la edad y la lesión traumática, como así también la ubicación del hallazgo unos 100 metros al lugar donde ocurriera la masacre, la poca profundidad de la sepultura (50 centímetros) la importante antigüedad de la misma y los distintos relatos históricos coincidentes, llevan a la conclusión de que se trataría de una de las víctimas de la Masacre de Napalpi, que quedaron esparcidos en cercanías al lugar de la masacre, al ser asesinados tratando de escapar y que fueron enterrados de forma individual y a muy poca profundidad.
La Jueza Niremperger ordenó el traslado de los restos desde la sede del EAAF en la EX ESMA en la Ciudad Autonoma de Buenos Aires hacia al Juzgado Federal de la capital chaqueña para que sean restituidos, cuando las circunstancias lo permitan, a las comunidades de los Pueblos Qom y Moqoit, con la finalidad de ser depositados en el Memorial que fuera inaugurado recientemente en el lugar.
Segunda etapa de búsqueda de fosas comunes
En su informe, el EAAF también plantea y aconseja continuar la búsqueda de sitios de entierro ampliando el área de investigación sumando herramientas geofísicas de prospección para el análisis de posibles sitios de excavación.
La segunda etapa de búsqueda se propone con base en el registro de nuevos testimonios de pobladores y la utilización de fotos aéreas o satelitales del lugar, lo más cercanas en el tiempo, indagándose específicamente cobertura vegetal, topografía general, ríos seco o cañadas, áreas despejadas y en alto y pozos de agua antiguos, buscando lugares para las cuales se aprovechó la geografía existente, bajos arenosos a donde arrojar y cubrir cuerpos.
Para ello se cuenta con el aporte de la Dirección de Información Territorial de la Subsecretaria de Desarrollo Local del Gobierno del Chaco y el Laboratorio de Tecnologías de la Información Geográfica (LabTIG) dependiente del Departamento de Geografía de la Facultad de Humanidades – UNNE y del Instituto de Investigaciones Geohistóricas (IIGHI-CONICET) .
También el Departamento de Geografía de la Facultad de Humanidades y al CONICET podrían colaborar con la toma de imágenes aéreas y registro fílmico actual mediante la utilización de un drone, para obtener un registro de toda la actividad de excavaciones y de la geografía actual en el lugar, para la continuidad y reorientación del trabajo de búsqueda.
Fuente chaco dia por dia