La decisión de reincorporar al trabajo a los cuatro agentes que estuvieron detenidos por el procedimiento en la vivienda de una familia qom en Fontana, desató una pelea entre la cúpula policial y el Poder Ejecutivo que se negó a poner en funciones a estos policias.
En la mañana de este lunes se conoció la noticia de la renuncia de los tres comisarios que ocupaban los tres mayores cargos de la Policía del Chaco: Fernando Romero, quien se desempeñaba como Jefe de la institución; Ángel Alfonso Domínguez, ahora ex Subjefe; y Mariela Aguirre, ex Directora Ejecutiva del CEAC (Centro de Análisis Comando y Control).
El conflicto inició a fines de mayo cuando cuatro efectivos de la fuerza de seguridad irrumpieron violentamente en un domicilio de Fontana y agredieron a una familia de la comunidad qom. Los agentes, de la Comisaría Tercera de esa localidad, fueron denunciados y rápidamente se inició un sumario administrativo por violencia institucional. Poco después, fueron separados del cargo y posteriormente detenidos.
El hecho hizo eco y llegó incluso hasta el Presidente Alberto Fernández, y a organismos como Greenpeace y Amnistía Internacional, quienes manifestaron su repudio por la agresión a aborígenes.
Sin embargo, los policías implicados y acusados de violencia institucional fueron puestos en libertad y se determinó reincorporarlos a sus funciones. Esto fue mal visto por las autoridades provinciales y a partir de allí se inició un conflicto entre los comisarios generales a cargo de la fuerza policial y el Poder Ejecutivo, lo cual concluyó con la renuncia de los policías este lunes.
Fuente: diario21