La ministra de Educación del Chaco, Daniela Torrente, definió las prioridades que se evalúan en la planificación del retorno a las clases presenciales. Así, mencionó a estudiantes de sectores vulnerables, como aquellos que viven en barrios con mayores carencias y dificultades de acceso a la tecnología digital, los que asisten a establecimientos de zonas rurales y quienes cursan el quinto año de la secundaria.
Con respecto a estudiantes que deben cursar el quinto año durante este 2020, la ministra mencionó una posibilidad bajo análisis de finalizar las clases en mayo de 2021. «En la provincia no tenemos capacidad edilicia para sostener dos quinto años en paralelo», fundamentó, aunque resaltó que en una planificación de retorno a las aulas la prioridad será para el quinto año con grupos escalonados y divididos. Del mismo modo, otra prioridad son los chicos de sectores vulnerables con menor acceso a la tecnología.
A pesar de que los docentes logran llegar a la mayoría de los alumnos a través de los medios digitales y dispositivos electrónicos, «hay una parte que debe contemplarse, que aún no está incorporada a lo que se brinda hoy en materia educativa», sostuvo.
«En términos particulares estamos en un 70% de cobertura, de las 1500 encuestas que hicimos. Es decir, 3 de cada 7 alumnos en este momento no estarían tomando contacto (con la enseñanza). Es un problema que ya venía teniendo el sistema educativo, que es el nivel secundario y el desgranamiento. Entre primero y quinto año hay una parte importante de estudiantes que hacen deserción del sistema educativo y no terminan», repasó.