Trabajadores del hospital Perrando, desde profesionales médicos y técnicos, hasta el personal de maestranza, se reunió la mañana de este viernes frente a la Dirección para alertar sobre la dramática situación que atraviesa el servicio de salud.
Encabezados por los jefes de servicios, dijeron que la atención no está garantizada por la falta de insumos, medicamentos, aparatos y camas, entre otros elementos fundamentales para la atención demandada.
“Los familiares de los pacientes tienen que comprar los medicamentos y los insumos. Para en todos los servicios”, graficaron.
La semana pasara el director José Bolaño describió esta situación y el último miércoles presentó su renuncia.
Por su parte, los jefes de servicios dijeron lo mismo a través de los medios y después fueron convocados por el gobernador Jorge Capitanich, quien les pidió un esfuerzo hasta tanto comiencen a llegar los medicamentos e insumos recientemente adquiridos en el marco de la “emergencia sanitaria” que decretó el mes pasado.
Los médicos dijeron que la prioridad es la atención de urgencias y emergencias, principalmente si se trata de cirugías, teniendo en cuenta que sólo funcionan 2 de los 6 quirófanos y hay más de 600 cirugías en espera, entre reprogramadas y desprogramadas.
En este sentido, detallaron que “hace más de 10 días están suspendidas todas las cirugías en el hospital, por más que sean oncológicas, porque no hay insumos, no hay anestésicos, no hay monitores”.
“Hace un mes las mujeres están teniendo 12 horas de parto sin un ventilador. No hay antibióticos, no hay para hacer radiografías. Básicamente han saqueado nuestro hospital. La guardia de emergencia no tiene insumos”, precisaron.
Además, contaron que en “la neonatología se van a quemar los aparatos por falta de ventilación, no hay aires y ni que hablar que es inhumano trabajar en las condiciones que lo hacemos y mientras tanto nuestros políticos sólo se preocupan por dar pan dulce y ananá fizz”.
“Ya no pasa por ser de un partido político. No sean cerrados, por favor. Hoy se trata de que el hospital central de la provincia, donde si hay un intoxicado, alguien en paro, un accidente o urgencia, por más que tengan la mejor obra social, llegan al Hospital Perrando, hoy no piensen que por tener cobertura están exentos”, sentenciaron.
Por último, insistieron en que “Perrando agoniza y a nadie le importa. La gente se está muriendo y a nadie le importa. Sobre pasa el poder de los médicos que tratamos de hacer malabares, de los jefes de servicios, del director, va más allá de todos nosotros. ¡Se necesita la voz de todos!”.