Rosa, la abuela Qom que sobrevivió a una masacre: Cobra $11.000, paga $9.000 de luz y vive en el olvido

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El reloj casi marcaban las dos de la tarde. El calor era agobiante, la sensación térmica insoportable. Un llamado anuncia que una mujer esperaba en la antesala ser atendida para dejar expuesta una situación de injusticia, de abandono y olvido. Al salir a la atención de este reclamo la sorpresa fue absoluta, era nada más y nada menos Rosa Grilo la mujer que esperaba – apenas sostenida con su bastón – exponer un reclamo.

 

 

Inmediatamente escuchamos su pedido. Rosa estaba acompañada por otras personas, una de ellas Reinaldo Aquino. Él fue quien ofició de vocero contando que había pasado por la casa de Rosa en el Paraje rural el Martillo del Lote 40 del Departamento de 25 de Mayo de Machagai. Por una picada casi interminable se adentraron para llegar. El camino árido se volvía intransitable con el correr de los kilómetros. Estaban allí Rosa junto a su hija, su yerno y su nieta. “Ahí vino gente mami” alcanzó a decir la nieta de Rosa corriendo hasta la puerta de la casa al ver llegar un vehículo.

 

 

Rosa, gran anfitriona como siempre, ofreció una silla a los visitantes. Reinaldo venía a llevársela, le ofreció un viaje de más de 200 kilómetros para llegar hasta Resistencia porque (aunque nos cueste reconocerlo) “Dios está en todos lados pero atiende en Capital.” La mujer, apoyada sobre su bastón, reuniendo fuerzas aceptó el viaje. Llegó hasta la ciudad de las Esculturas, vino a pedir “lo que le puedan dar.”

 

Lo cierto es que Rosa Grilo desde hace cuatro meses reside en una vivienda nueva. Se la edificó en el mismo terreno donde tiene su rancho de barro, allí donde vivió durante más de 100 años. Esa construcción nueva tiene múltiples comodidades: electricidad, tanques para el almacenamiento de agua potable, habitaciones separadas, cocina, comedor, piso. Una vivienda que Rosa nunca tuvo.

 

 

Sin embargo la abuela de 112 años desde hace semanas no tiene agua potable. El aljibe que abastece su tanque está vacío y sobrevive ahora colando agua de una laguna. De esa laguna que sirve como bebedero de los animales de su pequeña chacra ella y su hija sacan agua, la cuelan y la consumen. Pero además de ello Rosa ya no puede caminar “me agito, me canso rápido” dice tímidamente la abuela que hace poco cayó mientras caminaba y se golpeó la rodilla, tiene aun una leve molestia de dolor pero (corajuda como siempre) no detiene su andar. “Me levanto temprano, antes que mi hija y ando, no puedo sentarme y mirar, ya es una costumbre de joven.”, cuenta Rosa. La mujer necesita hoy de una silla de ruedas, su bastón ya no es suficiente.*

 

 

Pero allí no termina la larga lista de sus necesidades. Actualmente percibe un beneficio nacional, una pensión de 11 mil pesos mensuales. ¿Le es suficiente?, la respuesta es claramente no. Rosa tiene un gasto de 9 mil pesos en servicio energético. “Me dijeron que no iba a pagar más la luz pero llega la boleta”, cuenta con preocupación la abuela que no quiere deber nada, ni un solo mes de luz.

 

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Rosa Grilo viajó más de 200 kilómetros, desde el interior profundo de Chaco para llegar hasta Resistencia y esperar que puedan ayudarla, en principio a tener agua potable de nuevo. La mujer de 112 años que es historia viva de Chaco viajó más de 200 kilómetros clamando porque no la olviden, pidiendo por que no se olviden de los más necesitados. “Todos fueron, mucho políticos pero ninguno levanta”, dijo recordando cuántos se acercaron a ella para tomarse fotografías y después brillaron por su ausencia.

 

 

La última voz de la masacre indígena

Rosa Grilo sobrevivió en 1924 a la matanza de 500 indígenas organizada por el Estado argentino. Su testimonio es clave en un juicio por delitos de lesa humanidad aún impunes. La Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía Federal lleva adelante la investigación sobre lo ocurrido aquel 19 de julio en Chaco.

 

 

La investigación preliminar logró reunir los testimonios del sobreviviente Pedro Balquinta, de los hijos de las sobrevivientes Melitona Enrique y Rosa Chará, así también de investigadores e historiadores, además de entrevistas audiovisuales a Melitona. Con el testimonio de Rosa Grilo concluyó la investigación.

 

 

 

La mujer declarada “Patrimonio Cultural viviente” que hoy lucha por no ser olvidada

Por medio de una iniciativa promovida por la (entonces) diputada María Elena Vargas, la Cámara de Diputados del Chaco declaró en junio del 2019, Patrimonio Cultural Viviente a Rosa Grillo, sobreviviente de la Masacre de Napalpí.

 

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En sus fundamentos la Legisladora había destacado “el Estado provincial debe incluir dentro de su patrimonio como política de continuidad, de buscar reparar a las comunidades indígenas y sobre todo rescatar del olvido y rendir tributo a las víctimas de aquellos cruentos hechos.”

 

 

 

 

Fuente Diario21.-

*Hay un compromiso asumido de entregarle una silla de ruedas a Rosa.