La nutricionista explicó que “es un auge que incluye mucho modismo y cada persona lo incorpora si quiere, pero hay que tener cuidados”. Por ejemplo, expuso que “no hay que empezar sin seguimiento nutricional porque al dejar la carne se pierden nutrientes que hay que remplazar, sobre todo en los chicos”.
Hizo referencia al hierro que solamente se encuentra en la carne y es un nutriente necesario para el crecimiento de los niños. Recalcó que los adultos pueden remplazar los nutrientes adicionando suplementos, pero en niños y adolescentes hay que tener cuidado con su consumo para no afectar la salud.
Por esta razón, adelantó que de ser posible, menores en la niñez, pubertad y adolescencia deberían consumir carnes al menos hasta los 18, en coincidencia con la edad en la que podrían decidir este cambio. Sin embargo, reiteró la importancia de los seguimientos nutricionales, análisis periódicos de laboratorio y controles médicos para evaluar el impacto del cambio en la dieta.
Fuente radio sudamericana
