El presidente Mauricio Macri reconoció hoy que Juntos por el Cambio hizo «una mala elección» en estas elecciones primarias y confesó que le «duele» que «tantos argentinos hayan creído que hay que volver al pasado», pero pidió «redoblar esfuerzos» de cara a las generales de octubre, al aceptar la derrota a manos del kirchnerismo por una diferencia de casi 15 puntos.
En una noche de gran desazón en el bunker de Juntos por el Cambio en Costa Salguero, el jefe del Estado aseguró que hará «todo» lo que esté a su «alcance» para «seguir conduciendo al país» y dijo que espera que sus adversarios políticos «tengan un discurso responsable» y que «no sostengan las banderas que nos hicieron tanto daño».
«Hice lo mejor que podía y estoy convencido de que la Argentina tiene un potencial enorme, teníamos que cruzar el río. Volver para atrás va a ser un problema», dijo el primer mandatario, al dirigirse a sus seguidores en el pabellón de Costanera Norte, escoltado por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y por su compañero de fórmula, Miguel Pichetto.
Con gestos adustos, tanto Vidal, que perdía en la provincia por más de 15 puntos ante el kirchnerista Axel Kicillof, como Pichetto no formularon declaraciones en toda la noche, a diferencia del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien se impuso a la oposición en la ciudad y llamó a seguir ratificando el cambio.
La tendencia irreversible en favor del candidato opositor del peronismo, Alberto Fernández, se conoció después de las 22, cuando el Presidente decidió salir a reconocer la derrota y pronunció un breve discurso pese a que aún no se habían difundido los primeros cómputos oficiales.
A diferencia del clima imperante en las elecciones de medio término de 2017, el clima en el centro de operaciones del oficialismo fue durante toda la noche de cautela, primero, y pesimismo, después, a medida que se iban conociendo cada vez más boca de urna desde diferentes lugares del país.
Macri afirmó que «se equivocaron todos los encuestadores» y sorprendió cuando reveló que la diferencia era mayor a los diez puntos cuando aún no se habían difundido los primeros cómputos.
El jefe del Estado añadió que el hecho de haber hecho «una mala elección» los obliga a «redoblar esfuerzos para lograr en octubre el apoyo que se necesitaba para continuar con el cambio».
«Escuchamos el voto de la gente», declaró el Presidente y habló luego de «las dificultades» que tuvo su gobierno, que llevaron, dijo, a que «haya mucha angustia y dudas».
El primer mandatario recalcó que está «para ayudar» porque «ama a este país» y sostuvo que «es muy importante que todos sigamos dialogando para explicarle al mundo qué queremos y hacia donde vamos».
Macri advirtió sobre «el peligro» de que «se vuelva a aislar a la Argentina» al asegurar que «es un daño que va a costar mucho» y reiteró que está convencido de que el camino que emprendió su administración «es el correcto».
«Va a ser muy importante que los dirigentes que tuvieron respaldo hoy se sumen para demostrar que Argentina es un lugar en el que se puede confiar», aseveró.
Con excepción de Rodríguez Larreta y Elisa Carrió, que formularon un llamado a no bajar los brazos de cara a octubre, los máximos dirigentes de Juntos por el Cambio se retiraron del bunker sin formular declaraciones.
Esta vez no hubo bailes ni globos en el amplio predio de la avenida Rafael Obligado, que había abierto sus puertas después de las 17 con música a todo volumen y un catering surtido para los más de 400 periodistas acreditados.
Fuente: Télam