Según Greenpeace, la región chaqueña concentra 80% de la deforestación de Argentina

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El 80% de la deforestación en Argentina se concentra en cuatro provincias de la región chaqueña: Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa, donde se perdieron 113.000 hectáreas el año pasado, alertó hoy Greenpeace en un informe en el que responsabilizó a la «expansión descontrolada de la industria ganadera».

La extinción del yaguareté -el felino más grande de América y el tercero del mundo-, es otro de los riesgos advertidos por la investigación «El sacrificio de los bosques del Gran Chaco», que reveló hoy la organización ambientalista.

Allí detalla que «la expansión descontrolada de la industria ganadera está generando un crimen histórico sobre un lugar único: el Gran Chaco, el segundo ecosistema forestal de Sudamérica, después del Amazonas».

La importancia de este espacio radica en que allí conviven, según el informe: 3.400 especies de plantas, 500 especies de aves, 150 mamíferos, 120 reptiles, 100 anfibios y más de cuatro millones de personas, de las cuales cerca del 8% son indígenas, quienes dependen del bosque para obtener alimentos, agua, maderas y medicamentos.

«El 80% de los desmontes se concentran en la región chaqueña, en las provincias de Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa, donde los últimos cinco años la deforestación por ganadería intensiva fue más del doble que la provocada por agricultura», alertó el informe de Greenpeace.

En esta línea, la organización responsabilizó a la «industria ganadera» por hacer «desaparecer a los bosques chaqueños y casi todas sus especies» con sus «grandes topadoras».

«En ese suelo, ahora raso, instalan sus vacas luego de plantar pasturas para el engorde de un producto que luego será exportado y terminará en la góndola de un supermercado», remarcó.

El trabajo advirtió que el «bife argentino llega a la mesa de los consumidores del mundo a costa de la destrucción de los bosques del Gran Chaco y de la extinción de su rey: el yaguareté», una de las pocas especies de la fauna argentina declarada como Monumento Natural Nacional por la Ley Nº 25.463.

Sobre los yaguaretés del Gran Chaco, mencionó que dependen de territorios muy grandes (de 400 a 2.900 kilómetros cuadrados) y agregó que «su disminución puso a la especie al borde de la extinción en la región».

Especificó además que «entre 1985 y 2013, más del 20% de los bosques del Chaco (142.000 kilómetros cuadrados) fueron convertidos en pastizales y tierras de cultivo, reduciendo su biodiversidad, particularmente de los mamíferos más grandes».

La organización puso la atención sobre los grandes frigoríficos de Argentina que exportan carne vacuna a grandes supermercados y mayoristas de Europa e

Israel, a los cuales reclamó que «adopten una ‘Política de Deforestación Cero’ y les solicitó que, en caso de tenerla, la implementen seriamente».

«Esto implica asegurar que tanto su sistema de producción como sus proveedores no provoquen deforestación y respeten los derechos de los pueblos originarios», recalcó.

El informe alertó también sobre la implementación del acuerdo Mercosur-Unión Europea, al indicar que «crecerá la demanda de carne vacuna argentina, será más rentable el negocio exportador de los grandes frigoríficos y aumentará la presión sobre los bosques».

«Los ambiciosos planes de aumento del stock bovino de las provincias del norte de Argentina (10 millones más de vacas) ponen en riesgo a 10 millones de hectáreas de bosques», advirtió.

En este sentido pronosticó que «su degradación, deforestación y fragmentación dejará casi sin posibilidades de supervivencia a los últimos 20 yaguaretés que quedan en la región chaqueña», por lo que concluyó que se está a tiempo de evitar esta situación.

 

Fuente: Télam