Fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación informaron hoy que concluyó la licitación pública internacional lanzada en abril para la adquisición de 100 pistolas Taser X-26 con 1000 cartuchos operativos y 600 para capacitación. El costo total de la operación, que resultó adjudicada a la empresa Axon, es de 5.285.000 pesos.
El precio por unidad, según se especificó, es de 862 dólares. Originalmente, el monto cotizado por la propia Axon previo a la licitación fue de 12.181.000 pesos por el lote total de componentes, y de US$1663,20 por cada pistola. «Se logró un ahorro del 48,17% en el precio final de las Taser», dijeron fuentes de la cartera dirigida por Patricia Bullrich.
Según informaron fuentes del Ministerio, «A principios de 2018 se impulsó la idea del uso de dispositivos eléctricos de incapacitación temporaria para el uso policial, con el claro objetivo de permitir abordar situaciones operacionales en las que resulte necesaria la utilización de la fuerza sin el empleo de armas de fuego. Es un medio intermedio para ejercer un uso racional y gradual de la fuerza ante situaciones de enfrentamientos con personas violentas o amenazantes».
El 2 de mayo pasado se publicó en el Boletín Oficial la resolución 395/2019, firmada por Bullrich, en la que se permitió a las fuerzas federales la utilización de «armas electrónicas no letales».
Esa resolución abrió una polémica más ideológica o política que fáctica, similar a la que, oportunamente, había estallado hace casi una década, cuando el Presidente Mauricio Macri era jefe de gobierno porteño e intentó dotar a la entonces Policía Metropolitana de estas mismas pistolas. En esa ocasión se presentaron amparos en contra de tal medida y finalmente el Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad no encontró objeciones para su utilización por parte de las fuerzas públicas de seguridad.
De hecho, el actual jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, planea hacer una adquisición similar a la que ya ejecuta la Nación. El vicejefe de gobierno porteño a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad, Diego Santilli, sostuvo oportunamente que las Taser podrían ser utilizadas en eventuales situaciones de inseguridad en estaciones de subte, donde la aglomeración de pasajeros en un lugar cerrado no haga recomendable el hipotético uso de armas de fuego.
Como se dijo, Bullrich también imagina que las Taser podrían ser el medio idóneo para ejercer el uso de la fuerza sin consecuencias letales a la hora de, por ejemplo, detener a una persona amenazante en una estación de tren o en los amplios salones de un aeropuerto, lugares de alto tránsito.
En el Gobierno destacan que la compra de estas 100 pistolas -de un total de 300 con las que Bullrich pretende dotar a los agentes de las distintas fuerzas federales- se realizó a partir de la primera licitación pública internacional realizada por el Ministerio de Seguridad en muchos años.
«El 30 de abril de 2019 fue publicado en el sitio web de la ONU Development Business el pliego utilizado para la compra. De esta manera se desmitifica que la Organización de las Naciones Unidas no aprueba el uso de estas armas no letales», señalaron voceros de la cartera de Seguridad.
Se referían, directamente, a las objeciones planteadas por algunas entidades de derechos humanos y por sectores de la oposición en cuanto a la posibilidad de que las Taser puedan ser equiparables a una picana o similar artefacto de aplicación de tortura, y a que sus de cargas eléctricas puedan tener efectos mortales.
¿Cómo funcionan las Taser?
Las pistolas Taser generan una descarga eléctrica que inmoviliza a un potencial agresor. Cuando son disparadas, unos dardos guiados por un cable por una distancia de hasta diez metros provocan una descarga de 400 volts durante cinco segundos. Eso inmoviliza de inmediato a un atacante. El arma, además, graba toda la secuencia de uso -en imágenes y en audio-, por lo que pueden verificarse posteriormente las condiciones de tiro (eso no ocurre con las armas de fuego reglamentarias).
«Estas armas funcionan con un dispositivo electrónico que con un disparo o dos -a corta distancia- producen un impacto en el delincuente que consigue por unos instantes la inmovilización para que pueda ser aprehendido. Por eso le llamamos armas electrónicas no letales: permite la inmovilización y la aprehensión, y no otras consecuencias», explicó el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad de la Nación, Gerardo Milman.
Reglamento para el Empleo de Armas Electrónicas No Letales
- «Se hará uso de las armas electrónicas no letales cuando resulten ineficaces otros medios no violentos, en los siguientes casos:
- Para inmovilizar, proceder a la detención o para impedir la fuga de quien manifieste peligro inminente de lesionar a terceras personas o de auto lesionarse.
- Cuando deba ejercerse la legítima defensa propia o de terceras personas.
- Para impedir la comisión de un delito de acción pública.
- Solo podrán emplear armas electrónicas no letales los funcionarios de las fuerzas policiales y de seguridad federales que hayan sido especialmente instruidos para su empleo, luego de haber recibido la capacitación específica.
- Ante el necesario empleo de armas electrónicas no letales, funcionarios de las fuerzas policiales y de seguridad federales deberán identificarse como tales de viva voz advirtiendo su inmediata intervención, salvo que dicha acción pueda suponer un riesgo de lesiones para otras personas, o cuando resultare ello evidentemente inadecuado o inútil, dadas las circunstancias del caso.
- Se considerará que existe peligro inminente, entre otras situaciones, en las siguientes circunstancias:
- Cuando se desarrollen conductas amenazantes que pongan en peligro la integridad física del agente o de terceras personas.
- Cuando se manifiesten conductas violentas que indiquen la inminencia de un ataque al agente o a terceras personas.
- Cuando el número de los ofensores o la imprevisibilidad de la agresión esgrimida, impida materialmente el debido cumplimiento del deber, o la capacidad para ejercer la defensa propia o de terceras personas.
- Luego del uso de armas electrónicas no letales, se procederá a preservar la memoria interna del material utilizado, a los efectos de efectuar el pertinente control administrativo».