Mientras tanto, el de hoy será el último número antes de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo 11 de agosto. El dato de julio, mejor que el del mes pasado, se conocerá después; y servirá, en todo caso, para mejorar las perfomances de los candidatos hacia octubre. Si bien el número de junio será alto, para las PASO servirá para abastecer de argumentaciones sobre una inflación en baja y con tendencia a mejorar. No sería igualmente un argumento que el Gobierno podrá utilizar a destajo. En junio el acumulado interanual superará el 22%, y quedará en claro que la proyección refrescada ayer por el Fondo Monetario Internacional (FMI) de un alza final de más de 40% (lo mismo que estiman los economistas y bancos que colaboran con el REM del banco central), será prácticamente irrefrenable. Y que la comparación interanual continuará mostrando un incremento de más de 50% por varios meses más. A la oposición le quedará como argumento de contraataque, que este índice de inflación en baja puede estar sustentado en dos observaciones: la postergación y atomización del cronograma original de aumentos de servicios públicos, especialmente electricidad, gas y transporte; y la inclusión en el programa de Precios Esenciales de varios de los alimentos que se miden en la canasta del Indec para estimar el IPC que mide el organismo que maneja Jorge Todesca. Otra comparación podría ser cruzar el alza acumulada en el año y el comparativo contra junio del 2018, con los aumentos salariales de paritarias desde el año pasado.
Una vez anunciado el dato de la inflación de junio, el Gobierno esperará por otra noticia positiva, al menos para los observadores de la marcha del acuerdo entre Argentina y el FMI. Según la proyección de la primer quincena del mes, la recaudación impositiva de julio podría empatar la inflación, luego de casi un año de pérdida; algunos meses por goleada. Desde este mes, confían en el Ministerio de Hacienda, comenzarán a mostrarse resultados impositivos a favor, y sin depender casi exclusivamente de los tributarios distorsivos como las retenciones 2.0.
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