Ocurrió en Colonia Aborígen, en la zona rural de Quitilipi. Las familias denunciaron el hecho y lograron que intervenga la Fiscalía. Habían accedido a dejar sus tarjetas para poder pagar sus deudas en el kiosco pero el comerciante los estafaba. “Yo no puedo entender como en un día me sacó los 14 mil pesos que tenía depositados” cuenta desesperado un abuelo perteneciente a la comunidad QOM.
“Él (por el comerciante) se descubrió conmigo muchas cosas para que yo no desconfíe” cuenta el abuelo, que fue uno de los que sufrió la estafa de este kioskero. “En la computadora vio el día que a mí me depositaron y todo tenía” cierra.
A su vez, otra de las víctimas contó que “me da bronca, parece que nos están jugando. Yo desde enero que voy y vengo y hay veces que no tengo para comer en mi casa” expresa con lágrimas en los ojos. “Lo que más bronca me da es que los oficiales ponen como ´falsa denuncia´ nuestro reclamo”.
Lo que denunciaron las familias fue que habían entregado en buena fe sus tarjetas de crédito y sus claves a un comerciante. Él se las retenía con el fin de efectivizar los gastos en productos adquiridos en su negocio pero las familias jamás accedían al dinero.
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