El director del hospital Pediátrico “Avelino Castelán” Hugo Ramos destacó los beneficios del Sistema Triage que ya cumplió un año de implementación en el efector. Este proceso permitió optimizar la atención y los tiempos en la asistencia de los casos graves que ingresan a la Guardia y evaluar las consultas que podrían resolverse en otros centros de menor complejidad, redireccionando la demanda para que se resuelva de manera más eficiente.
“Antes se atendía al paciente de acuerdo al orden de llegada, en cambio, con este sistema establecemos prioridad de atención en base a la gravedad de los casos: quienes precisan acción inmediata y quienes pueden esperar”, explicó el funcionario. De esta manera, se optimizó la dinámica del Servicio de Urgencias –flujo de pacientes, porcentaje de urgencias reales, de ingresos- y se determinó las necesidades de recursos físicos y humanos y los tiempos de espera.
La modalidad Triage representa uno de los avances más significativos de la medicina y enfermería de urgencias de los últimos años y es reconocido a nivel mundial por su efectividad. “Estamos orgullosos de los logros del equipo que lo lleva adelante, que en primer lugar dedicó mucho tiempo en capacitarse en el exterior y luego en planificar su implementación”, agregó.
El proceso se realiza en forma rápida y dinámica para optimizar la atención sanitaria de todos los que concurran al servicio. La finalidad no es disminuir los tiempos de espera sino asegurar una atención adecuada en función de la gravedad, mejorando así la seguridad clínica del paciente.
Para concluir, Ramos agradeció al gobernador Domingo Peppo y al ministro Luis Zapico por el apoyo y la inversión a favor de que los equipos y profesionales puedan capacitarse y ejecutar esta iniciativa. Además, anticipó que tras el éxito, se prevé avanzar con la implementación de este sistema en los efectores de mayor complejidad de la provincia como “Julio C. Perrando”, Del Bicentenario “General Güemes” y los hospitales de complejidad IV del Interior.
FUNCIONAMIENTO
Se trata de un proceso breve, dinámico, dirigido y estandarizado. En el momento no hace diagnósticos, sino que el profesional efectúa una valoración de la situación fisiopatológica basándose en síntomas, signos y factores de riesgo.
Entonces, este sistema de Triage clasificará a los pacientes en cinco niveles. Nivel 1- color rojo- destinado a pacientes que requieren maniobras de resucitación, con riesgo vital inmediato. Nivel 2 -color naranja- situaciones de emergencia con riesgo inminente para la vida o funciones, cuya intervención depende radicalmente del tiempo. Nivel 3 -color amarillo- situaciones urgentes con riesgo potencial. Habitualmente requieren múltiples intervenciones/exploraciones en pacientes con estabilidad fisiológica. Nivel 4 -color verde- situaciones menos urgentes pero potencialmente serias y complejas. Habitualmente requieren una intervención diagnóstica-terapéutica. Nivel 5 -color azul- situaciones no urgentes. Habitualmente no requieren exploraciones diagnósticas e incluso terapéuticas.
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