La diputada nacional Aída Ayala dijo que aún no tiene definido si participará de las elecciones de este año, pero admitió que evalúa esa posibilidad. En ese caso, sería como candidata a intendente de Resistencia. “La gente me pide que vuelva”, dijo en Tachangou, por Libertad.
Así, la exjefa comunal, retoma la actividad proselitista después de haberse mantenido al margen por más de un año, desde que fuera imputada y procesada en la causa Lavado 2, en la que la Justicia Federal investiga el manejo de fondos públicos de su gestión.
“Fui proscripta por la dirigencia de mi partido”, dijo sobre el avance de otras candidaturas como la del diputado Leandro Zdero, su exjefe de gabinete, que ya fuera candidato en 2015 y que hoy tiene el respaldo de Convergencia Social y buena parte del Nuevo Espacio Abierto que ella lidera.
“Entiendo lo del Nea, porque era un espacio transversal, donde todos tenían responsabilidades y debían asumirla, y todo este tiempo estuvieron huérfanos y terminaron yéndose a Convergencia”, no me parece mal, no me enojo por eso”, contextualizó.
Pero esa no fue la única consecuencia de su situación judicial, ya que, según contó, alguno dirigentes y funcionarios clave de su intendencia se desentendieron olímpicamente de ella para no verse involucrados.
Este fue el caso de Zdero: “Él vino a mi casa y me dijo: Yo desaparezco, no quiero estar en ésta. Disculpame”, contó que le respondió cuando ella le planteó la necesidad de que “saliera a defender la gestión”.
“Leandro fue jefe de Gabinete, y los dos últimos años, cuando yo viajaba mucho recorriendo la provincia, a las decisiones las tomaba él. Pero ahora tenía miedo de que lo vean conmigo, que le intervengan los teléfonos y sepan lo que hablábamos”, agregó.
Así apuntó contra Zdero, al que resaltó entre otros de sus colaboradores que se alejaron de ella el último año. Y destacó la actitud del senador Ángel Rozas y el diputado nacional Horacio Goicoechea, con quienes continuó relacionándose del mismo modo.
En este contexto, en solfa, le preguntaron si también fue abandonada por “Urbanito”, la mascota de la Municipalidad que la acompañaba en las actividades oficiales. La diputada rió y dijo que “Urbanito también se borró. Antes era Urbanito y ahora es el Zorro. Él puede interpretar el personaje que quiera”, graficó, develando un misterio al dar a entender que era el propio Leandro Zdero quien daba vida al muñeco.
HDP Noticias.