La Confederación General del Trabajo ( CGT ) anunció ayer que pedirá a la Iglesia Católica la beatificación de María Eva Duarte de Perón, más conocida como Evita. El proceso, largo y de varias etapas, deberá iniciarse en la Argentina .
«Se va a pedir el trámite de beatificación. Muchos humildes le pidieron, en persona o ante la imagen de Evita, muchas veces se acercaban y le pedían cosas y muchas de ellas se cumplieron», aseguró hoy Héctor Daer, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Sanidad Argentina y de la CGT.
«La figura de Evita es un símbolo para un sector más que importante, muy mayoritario de la sociedad argentina. Y por eso uno la rescata de esta manera», agregó el gremialista.
En diálogo con radio La Red, Daer adelantó que el pedido «va a ir por un carril normal, a través del cardenal de la ciudad de Buenos Aires» y dijo que ya hay «una comisión de muchos jóvenes que está trabajando y recolectando» información para el informe sobre la vida y las virtudes de Evita.
«Hay muchísima gente, gente grande, contemporáneos a Eva, que le han pedido cosas y que han sentido que esas cosas devienen de ahí», sintetizó Daer, quien destacó que la Iglesia «tendrá la decisión final» sobre «si es o no viable la beatificación».
Para declarar a una persona «beata» -paso previo a ser «santa»- se debe probar su fama de santidad (que los fieles hubiesen pedido a través de ella gracias y favores a Dios) y la realización de un milagro.
Fuentes cegetistas deslizaron que les gustaría visitar al papa Francisco en junio, en una escala al viaje que tienen previsto a la cumbre de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, Suiza , y que podría servir para hacer el pedido cara a cara.
Sin embargo, fuentes vaticanas dijeron a LA NACION que «el Papa no entra en esta fase» y que «es ante todo una cuestión para la Iglesia local».
«La praxis es que, si hay evidencias, el obispo del lugar donde murió la persona tiene que abrir la causa y hacer una investigación», agregaron las fuentes. Evita murió en Buenos Aires. La cabeza de la Iglesia porteña es el cardenal Mario Poli.
Si esa fase «concluye positivamente», el obispo debe elevar la documentación a la Congregación para la Causa de los Santos, en el Vaticano, «que examina y si decide dar luz verde, entonces sí interviene el Papa».
«No es algo de un día para el otro, ni algo político; tiene que ver con la santidad», concluyeron las fuentes eclesiásticas.
Cómo es el proceso de beatificación
- El obispo diocesano y el postulador de la causa piden iniciar el proceso de canonización y presentan a la Santa Sede un informe sobre la vida y las virtudes de la persona.
- El Vaticano, por medio de la Congregación para las Causas de los Santos, examina el informe y dicta el decreto ( Nihil obstat) que habilita el comienzo del proceso.
- Obtenido el Nihil obstat, el obispo diocesano dicta el Decreto de Introducción de la Causa del ahora «Siervo de Dios».
- Un Tribunal, designado por el obispo, recibe testimonios de las personas que conocieron a la persona. Ese tribunal no imparte sentencia, que queda reservada a la Congregación para las Causas de los Santos.
- Una comisión de censores, señalados también por el obispo, analiza la ortodoxia de los escritos del «Siervo de Dios».
- El relator de la causa -nombrado por la Congregación para las Causas de los Santos- elabora un documento denominado Positio, que incluye los testimonios de los testigos, los principales aspectos de la vida y las virtudes de la persona.
- Discusión de la Positio: este documento es discutido por una comisión de teólogos consultores nombrados por la Congregación para las Causas de los Santos. Después, en sesión solemne con cardenales y obispos.
- Si la Congregación para las Causas de los Santos aprueba la Positio, el Santo Padre dicta el Decreto de Heroicidad de Virtudes y el «Siervo de Dios» pasa a ser considerado «venerable».
- El postulador de la causa deber probar ante la Congregación para las Causas de los Santos: la fama de santidad del «venerable» (lista con gracias y favores pedidos a Dios por los fieles por intermedio de esa persona) y la realización de un milagro atribuido a la intercesión del «venerable».
- La Congregación para las Causas de los Santos examina el milagro presentado. El hecho extraordinario presentado es discutido por un congreso de teólogos de la Congregación para las Causas de los Santos.
- En sesión solemne de cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos se da el veredicto final sobre el «milagro»: si el veredicto es positivo, el Prefecto de la Congregación ordena la confección del decreto correspondiente para ser sometido a la aprobación del Santo Padre.
- Última etapa: el Santo Padre aprueba el decreto de beatificación. El Papa determina luego la fecha de la ceremonia litúrgica.
