Esto le produjo una parálisis facial parcial que logró superar con el medicamento Boriconazol. Pero luego le fue suspendido, porque amainó su efecto hasta volverse casi inocuo. Desde hace un par de meses debe tomar Posaconazol, el único que funciona para su caso. Le dieron seis unidades, que ya se terminaron.
Como en el Hospital Pediátrico no disponen de ese medicamento, hace más de un mes cursaron el pedido al Ministerio de Salud. La mamá de Jonathan Ezequiel se llama Viviana Analía Chávez, y junto a su pareja, José Luis Pérez, hace semanas que peregrinan del Pediátrico al Ministerio, y de allí al octavo piso de la Casa de Gobierno, donde está la oficina que autoriza las compras.
El último raid comenzó la semana pasada, cuando fueron a ver la suerte de su expediente 857, para la compra del imprescindible Posaconazol, para que Jonathan no vuelva a sufrir la infección que amenaza su vida.
El pasado miércoles 27 esperaron desde las 8 de la mañana hasta las 12 en el Ministerio, pero no hubo respuesta. El jueves, hasta las 2 de la tarde, pero no había novedades. Les dijeron que volvieran este miércoles, tras el feriado largo, cuando tampoco consiguieron la autorización de compra del medicamento.
Cuando bajaron del octavo piso, Viviana Analía decidió encadenarse en las propias rejas de la Casa de Gobierno, hasta que los funcionarios que deben velar por la salud de la población se dignen a poner en el expediente la firma que puede salvar la vida de Jonathan.
Fuente diario norte