Secheep “hace agua” es una metáfora que describe la situación financiera de la empresa que obligó al Gobierno a tomar un crédito por 4.200 millones de pesos para saldar la deuda con la proveedora Cammesa.
Pero esta vez la expresión es literal: la lluvia de la mañana de este miércoles fue demasiado para el techo del edificio de la compañía, en las calles Arturo Illia y Roque Sáenz Peña, en pleno microcentro de Resistencia.
El agua se coló por un sinnúmero de goteras en todas las dependencias, desde el área de atención al público hasta el propio hall del Directorio, pasillos y depósitos.
Los empleados utilizaron los cestos de papeles para evitar inundarse, y corrieron escritorios y armarios tratando de poner a resguardo equipos informáticos y documentación.
En muchos casos esto no fue posible y se vieron obligados a abrir sus paraguas para no terminar empapados mientras cumplían su función.
Pero la ruina del edificio va más allá que los agujeros en el techo. Como bien dicen: “en casa de herrero, cuchillo de palo”, en todos lados se observan cables colgando y conexiones expuestas.
Esto, sumado al agua que caía a raudales por algunas paredes, se tornó un combo tremendamente peligroso para clientes y los propios trabajadores de la empresa.
Fuente HDP