“Todas las guías internacionales y nacionales indican que el tratamiento de la diabetes tipo 2 se inicia siempre con cambios en el estilo de vida, que incluyen dieta saludable y actividad física”, explicó Laura Roccatagliata, especialista en esa patología.
Con respecto al nuevo tratamiento, aprobado recientemente por la Agencia Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), el laboratorio que produce la droga informó que “ha logrado una reducción significativa de hemoglobina glicosilada (marcador clínico clave de la enfermedad) en todos los estudios” realizados, en comparación “con diferentes esquemas de tratamiento habituales en la práctica clínica”.
El nuevo medicamento, desarrollado por Eli Lilly, pertenece a una generación de moléculas llamadas “análogos del receptor de GLP1” (péptido similar al glucagon tipo 1), una hormona intestinal naturalmente producida ante la ingesta de alimentos con hidratos de carbono.
Esa hormona, apuntaron, “incrementa los niveles de insulina propios a través de un mecanismo dependiente de los niveles de glucosa (azúcar) circulantes, es decir, sólo cuando es necesario y de manera proporcional a la cantidad glucosa que circula por el organismo”.
Según los especialistas que realizaron el informe sobre la nueva droga, “menos del 30% de los pacientes con diabetes tipo 2 que están en tratamiento logran las metas de control”, lo que deriva en “complicaciones secundarias al avance de la enfermedad”, que ocurren en gran medida “debido a la falta de adherencia al tratamiento”.
Así, la innovación “pretende mejorar los resultados en el control de la patología, con el objetivo de brindar una mejor calidad de vida para los pacientes, optimizando la adherencia al tratamiento con medicamentos altamente efectivos” que, en este caso, se comercializa bajo receta y según criterio médico.
La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por la presencia de niveles elevados de glucosa en sangre debido a una deficiencia en la producción de insulina o una resistencia a su acción principal, que es permitir el ingreso del azúcar a las células para su correcto funcionamiento, explicaron.
Entre las diversas clases de diabetes la más frecuentes es la tipo 2 -determinada principalmente por resistencia a la función de la insulina-, que “está en franco crecimiento a nivel mundial”, advirtieron.
Las estadísticas sanitarias hablan de “casi un 10% de prevalencia en la población”, mientras que “menos de la mitad alcanza las metas de control óptimo”.
La obesidad y el sedentarismo son sus factores de riesgo principales, derivados del estilo de vida y hábitos alimentarios.
Fuente: Télam