Hace diez días, los colectivos urbanos, interurbanos y de media distancia no circulan de 22 a 6 debido a una medida nacional impulsada por la UTA para que los choferes perciban un 5,7 por ciento de aumento que corresponde al mes de septiembre.
La medida comenzó el lunes 8 de octubre y se desconoce si contará con una solución favorable en la reunión que este jueves se concrete en la Secretaría de Trabajo de la Nación, donde las partes intentarán llegar a un acuerdo. Los principales interesados en que el conflicto se solucione son los usuarios, principalmente aquellos que deben concurrir a sus lugares de trabajo en el horario nocturno, pasadas las 22, horario en que se corta el servicio.
NORTE realizó una breve recopilación con trabajadores de distintos sectores, tanto público como privado, y estudiantes de bachiller y terciarios para conocer de qué manera los perjudica el paro.
GOLPE AL BOLSILLO
Alicia, trabajadora de un medio gráfico de Resistencia, vive en Barranqueras. Su horario de salida supera las 22. Por ello, no poder volver en colectivo a su casa significa un gran perjuicio en su economía. “El paro perjudica y mucho porque los remises te cobran bastante de acuerdo adonde lo tomas y el presupuesto en el mes sufre un desfasaje bastante grande porque en mi caso son todos los días, incluyendo sábado y domingo, menos mi franco. Me cobran $260, y de la avenida 9 de Julio y Chaco (calle 8) $130; de la calle 20, $100 y de 9 de julio y España, $70” detalló a NORTE. La medida también implica enormes sacrificios y además en casos como el ésta trabajadora un riesgo a sufrir un hecho de inseguridad. “Anoche me fui caminando hasta Barranqueras”, lamentó.
EL CASO DE LOS ESTUDIANTES SECUNDARIOS Y TERCIARIOS
Los estudiantes de la Escuela Mariano Ferreyra que cursan el Bachiller Libre para Adultos y la carrera de Auxiliar Docente deben retirarse de las aulas entre las 8.30 y 8.45 (de acuerdo a su lugar de residencia) para poder llegar a subirse al último colectivo que los regrese a casa. Si bien la institución contempla esta situación y flexibilizó los horarios, los alumnos de la carrera de auxiliar docente se vienen perdiendo el último módulo y medio de clases (es decir, dos horas reloj). “Los profesores dictan el último módulo con los que se quedan y tienen medio de movilidad como una bicicleta o moto”, explicó una fuente de la institución. Mientras que en el caso de los estudiantes del BLA pueden recuperar las clases que se pierden en los espacios de tutorías a contraturno. Pero el efecto de la huelga también tienen su correlato en cuestiones ligadas a la alimentación y la familia ya que la Mariano Ferreyra cuenta con un comedor escolar y brinda la cena para que sus alumnos vuelvan a casa con la panza llena. “Debido a esto se tuvo que adelantar la cena y tomar estas medidas en función de la realidad de los chicos, los que en muchos casos concurren a clases con sus hijos”, contó la fuente.
El caso del Instituto de Educación Superior Rodolfo Walsh de Resistencia es similar. Los estudiantes que dialogaron con NORTE indicaron que quienes viven en Puerto Tirol o Colonia Benítez se retiran entre 21 y 21.15 ya que a partir de las 22 las unidades ya no circulan. Mientras que quienes son de Resistencia se retiran a las 21.30. La condición que la institución puso es que es dichos alumnos deben justificar la ausencia con un certificado de domicilio extendido por la Comisaría de su zona. No obstante, las clases no se suspenden, y al igual que en la anterior, las clases se dictan con aquellos alumnos que pueden quedarse.
LA SITUACIÓN EN LOS CALL CENTERS Y LOCALES DE COMERCIO
El panorama para los empleados de call center es quizás uno de los más peculiares. Al menos en dos de las empresas de Resistencia la salida en el horario previo sólo está contemplada para aquellos operadores que provienen de Corrientes. Y en el caso de quienes viven en Resistencia, las empresas les cubren el viaje en remís hasta sus hogares.