Durante la charla técnica “Situación actual Puente Chaco – Corrientes General Manuel Belgrano 2018”, profesionales despejaron algunas dudas respecto de la situación actual de esta estructura similar a la de Génova que se desplomó hace unos días atrás, abordaron acciones para mejorar el horario pico y los camiones de carga para descongestionar el tránsito y también un constante mantenimiento claves para que continúe en funcionamiento.
Con asistencia de numeroso público, el Centro de Ingenieros del Chaco, cuyo presidente es Raúl Alejandro González, junto con la Facultad de Ingeniería de la UNNE, con su decano José Leandro Basterra, ofrecieron a la sociedad una charla técnica coloquial para brindar certezas sobre distintos aspectos del Puente, en especial el referido a su mantenimiento.
Esta propuesta se repetirá el miércoles 5, desde las 19.30, en el Consejo Profesional de Agrimensores, Arquitectos e Ingenieros de Corrientes (La Rioja 1240), promovida conjuntamente con el Centro de Ingenieros de Corrientes. Tránsito y mantenimiento Ingenieros de la UNNE y referentes de Vialidad Nacional expusieron en una charla técnica los puntos claves sobre la actualidad del puente General Belgrano.
El primer expositor fue Osvaldo Giménez, titular de la Cátedra Hormigón Armado II, habló sobre un tema que preocupó mucho a la población: la posibilidad de que el puente General Belgrano tenga la misma suerte que el puente de Génova, que se desplomó hace unos días atrás.
“Es muy difícil que dos puentes puedan llegar a ser similares porque en línea general siempre van a estar sometidos a condiciones absolutamente diferentes”, dijo. El puente Morandi que cayó en Génova tiene similitudes y también diferencias con el interprovincial: ambos están sostenidos por tirantes u obenques, pero el Morandi tiene un solo tensor, por un método patentado por Morandi, de un acero estirado embebido en hormigón.
El Chaco – Corrientes tiene, por cada pila, 40 tensores. El tablero del Chaco Corrientes son dos vías con una losa que los vincula y el de Morandi, es un solo elemento diferente. Los problemas que se visualizaron en él están dados por la tecnología y por un mal cálculo del funcionamiento de estos elementos.
“No se tuvieron en cuenta algunos aspectos importantes que llevaron al colapso de la obra”, detalló. De hecho, había sufrido deformaciones tan importantes que se hicieron trabajos sobre él, como la incorporación de un tensor paralelo al original. Fue conocido como “el puente enfermo” y en los años noventa se hablaba de un puente inviable en el que se invirtió más del 80 por ciento del costo en mantenimiento.
El tránsito, clave en la situación
El segundo expositor fue Rolando Biaín, director del Departamento Vías de Comunicación de la Facultad de Ingeniería -UNNE-, habló sobre los problemas del tránsito en el puente: uno de los ejes principales que hacen hoy en día al viaducto.
El nivel de congestión del tránsito se mide en niveles A y hasta F, que es congestión. A es un grado de poco tránsito, mucho espacio físico para pocos usuarios. El nivel de servicio E es el máximo número de flujos de vehículos que pueden pasar por un camino.
“Estamos en nivel de servicio E, estamos en condiciones de trabajo que corresponde al máximo número de vehículos que puede pasar por un camino rural de dos carriles”, aclaró. Así, recordó que la consultora que proyectó la obra en los años 60 ya había advertido que al cabo de 35 años se debería contar con un segundo puente entre ambas provincias.
Entre las propuestas que se realizan desde la facultad de Ingeniería, se busca mitigar el tránsito, por ejemplo: incrementar el cobro del peaje en el horario pico, para persuadir al conductor. Controlar la carga de la hora pico porque el camión de carga repercute de manera negativa en la circulación.
Mantenimiento permanente
El último expositor fue Carlos Londra, jefe del 10º Distrito DNV Corrientes (Mantenimiento del Puente Chaco – Corrientes). Habló sobre los trabajos que se realizaron y se realizan en el puente para su mantenimiento y funcionamiento.
Los datos hasta el 2017 indican que por el General Belgrano cruzan 25.000 vehículos por día, lo que hace que “estemos en un problema de tránsito”. En cuanto a las intervenciones principales, mencionó que en en el 98 se reemplazaron los 80 obenques.
En 2001 un microaglomerado, en 2015 se reemplazaron tres juntas transflex que vinculan el puente atirantado. Y las tres que no se repararon hoy en día presentan problemas. En 2017 se realizó fresado y repavimentación. El funcionario lamentó la caída de una obra muy importante en el viaducto: se rescindió la obra de las pilas que hubiera resuelto un problema que preocupa en la actualidad. Se trata de un contrato que data del 2009 y “estamos viendo cómo seguimos.
La obra era ejecutar 54 pilotes de dos metros de diámetro que podía soportar el impacto de cualquier embarcación de las que hoy navegan”, concluyó.
¿Se cae a pedazos?
Una de las preocupaciones que aparecieron en imágenes del puente eran videos que circularon sobre la supuesta caída de concreto cuando pasaban los vehículos hacia el lado correntino.
Carlos Londra, Jefe 10º Distrito Dirección de Vialidad Nacional Corrientes, aclaró que lo que se veía eran restos de un limpiado de las veredas de servicios de fibra óptica y cables de alta tensión, porque los obreros en vez de levantar los residuos y llevarlos en camión, decidieron tirarlos por los desagües del puente.
Finalmente, en 2016 se miró en forma general el puente y se realizó una conclusión específica donde se afirma que los tramos isostáticos están en buen estado. Si bien se encuentran en posición “excéntrica y girados en sentido horario” (lo que coincide con el estudio realizado), no cree que haya girado la estructura, pero en definitiva no ve riesgo de descalce de algún tramo isostático.
Fuente diario norte
