La continua bajante del río Paraná, que se pronunció en los últimos días, alcanza un nivel crítico debido a la falta de lluvias en la Cuenca del Paraná y genera distintas complicaciones en la navegación.
De acuerdo a registros del hidrómetro de Barranqueras, la altura del río se ubicó este martes en 2,27 metros y sigue en picada, con un promedio de tres centímetros por día.
En diálogo con Diario TAG, el presidente de la Administración Provincial del Agua (APA), Francisco Zisuela, aseguró que la situación cada día se pone más crítica porque “no hay perspectiva de lluvia”.
“Para que mejore esto tendría que llover considerablemente en la cuenca del Iguazú y no hay perspectiva de lluvia ni en la Cuenca del Iguazú ni en la Cuenca del Paraná”, explicó el funcionario.
En esa línea, alertó y pidió precaución a particulares que navegan en lanchas: “Por la peligrosidad de navegación en el río Paraná, los particulares deben tomar precauciones por la situación crítica que podría provocar accidentes”.
PROBLEMAS CON EL SUMINISTROS DE COMBUSTIBLES
El bajo nivel del Paraná causó además inconvenientes en la provisión de naftas en la provincia del Chaco, donde este martes se formaron largas filas de vehículos en las estaciones de servicio, ya que las barcazas cisternas no pueden ingresar a los muelles de Barranqueras (YPF) y de Vilelas (Shell).
“En este momento tenemos una draga que está en el muelle de Shell esperando una autorización de Vías Navegables para poder empezar el trabajo de dragado y así darle los pies de escalado que corresponden para poder operar”, detalló Zisuela.
En este sentido aseguró que las autorizaciones demoran porque “toda” la documentación la tienen que enviar a Buenos Aires debido a “una decisión del Gobierno nacional, que cerró la oficina de Vías Navegables en Corrientes”.
“Estamos por medio de técnicos de la Administración Provincial del Agua la batimetría correspondiente a los efectos de identificar exactamente en qué lugares del riacho tendríamos que dragar primero para hacerlo navegable”, añadió.