El consumo de drogas, por su incidencia y las graves consecuencias que estas sustancias
acarrean para la salud, está considerado como un problema social. Los adolescentes son
uno de los grupos más vulnerables ante el consumo de las mismas.
Hay que comprender por qué este sector es más propenso al consumo, así como los graves
riesgos que conlleva, para ayudar en la elaboración de estrategias y en la toma de
decisiones que permitan prevenir y actuar ante situaciones de consumo de drogas en la adolescencia.
Entre los factores que elevan el riesgo de consumo de drogas se encuentran la fácil accesibilidad
a muchas sustancias como alcohol y tabaco ya que según estudios el 40% de los adolescentes
consume o a consumido una droga legal. Como causas generales se encuentran factores de
predisposición, problemas familiares y problemas y transtornos psicológicos.
Consecuencias para la salud
· Daños cardiovasculares: Como hipotensión y alteración de la frecuencia cardiaca (cannabis),
taquicardia e hipertensión, riesgo de angina de pecho e infarto de miocardio, hemorragias
cerebrales (cocaína), arritmia, cardiopatía isquémica (drogas sintéticas).
· Daños cerebrales: Alteraciones neuropsiquiátricas, neurotoxicidad (muerte de neuronas),
riesgo de infarto cerebral, etcétera.
· Otros daños en el organismo: problemas dentales, pérdida de olfato, sinusitis, perforación
del tabique nasal, insomnio, convulsiones, insuficiencia renal, rabdomiólisis (necrosis
del tejido muscular que provoca la liberación de contenidos de las fibras musculares y que
provoca fuertes mialgias), coagulopatía, insuficiencia hepática, etcétera.
· Daños psicológicos: Trastornos de la memoria, la concentración y el aprendizaje (lo que
deriva en fracaso escolar), trastornos psicomotores y en la realización de tareas complejas,
reacciones de ansiedad y de pánico, aumento de la depresión, desarrollo de esquizofrenia
(en personas con predisposición), brotes psicóticos, etcétera.
Señales de alerta
Los jóvenes que consumen este tipo de sustancias pueden presentar una serie de cambios en
su conducta y hábitos que podrían dar ciertas pistas a su entorno para detectar este
fenómeno, aunque es conveniente tener en cuenta que se debe tener precaución con esto,
ya que la adolescencia es un periodo donde los jóvenes pueden experimentar muchos de estos
cambios de conducta:
·Irritabilidad y desarrollo de una conducta agresiva.
·Pereza, apatía o somnolencia constante.
·Hiperactividad.
·Pronunciación lenta o mala.
·Ojos inyectados en sangre, pupilas dilatadas (grandes) o puntiformes (muy pequeñas).
·Desarrollo de malas prácticas, como mentir o robar, etcétera.
Prevención
Uno de los factores más importantes en la lucha contra las drogas, especialmente en la
etapa adolescente, es la prevención. Concienciar a los adolescentes, a través de su entorno
directo o de campañas de prevención, de los riesgos que implica el consumo de drogas es muy
importante para evitar que consuman. Además de la influencia del entorno, las escuelas,
colegios, institutos y demás centros de enseñanza también juegan un papel fundamental en
la prevención. Es recomendable no esconder o evitar el tema de las drogas, ya que
es muy importante tener un conocimiento real de lo que son y saber cuáles son sus consecuencias.