Por otro lado, hubo malestar y bronca entre los automovilistas que se encontraban en ambas orillas que esperaban poder cruzar.
Al cabo de más de una hora que duró la negociación con el sujeto y las autoridades policiales, se formó una fila de vehículos interminable que fueron captadas por testigos y además por las cámaras de seguridad instaladas el año pasado en los pilares principales del puente que une Chaco y Corrientes.
Mayores medidas de seguridad
El año pasado, el diputado provincial Luis Obeid propuso instalar en el puente Chaco-Corrientes “un vallado antisuicidios”, ante la sucesión de episodios trágicos en ese enlace interprovincial, donde a lo largo de las últimas décadas muchas personas se quitaron la vida arrojándose a las aguas del río Paraná.
El legislador del PRO comentó que hace poco había gestionado ante autoridades nacionales «la instalación de cámaras y personal de seguridad para el Puente Chaco-Corrientes, por la creciente tasa de suicidios e intentos de suicidio que pudimos exponer en la Agencia Nacional de Seguridad Vial». El diputado Obeid dice que «no se puede mirar para el costado» frente al historial de tragedias en el puente interprovincial. «Pero el problema de fondo necesita medidas más profundas: por eso insistiremos en que Nación y ambas provincias analicen la factibilidad de construir un vallado antisuicidios, como ya se ha hecho en distintas partes del mundo», agregó.
Actualmente, la conexión carretera entre Chaco y Corrientes muestra una vulnerabilidad casi total para la acción de quienes deciden ponerle punto final a sus vidas. No hay vigilancia de ningún tipo sobre el puente, ni elementos materiales que impidan la caída hacia el río o como en este caso puntual hacia el pavimento.
Fuente diario NORTE