Una agente de la Policía del Chaco de la División de Atención de la Mujer, contó a sus compañeros de trabajo que había sido agredida por su pareja, Alejandro Ponce, quien también es policía. Sin embargo, negó el hecho y no quiso realizar la denuncia. La mujer fue trasladada a otra localidad. En cuanto al supuesto agresor, la justicia ordenó su detención.
Según pudo saber Primera Línea, la mujer, quien se encuentra embarazada de 9 semanas, contó en su trabajo que tras mantener una discusión con su novio, éste la tomó del cabello y le propinó un golpe de puño en la zona abdominal. Por el dolor – relató la agente- cayó de rodillas al piso, luego el agresor la introdujo al domicilio y le pidió perdón. Al otro día del incidente la joven embarazada comentó en su lugar de trabajo que no pudo dormir en toda la noche debido a lo ocurrido y porque sentía dolores en la panza.
De inmediato fue llevada en un patrullero a una clínica, donde recibió las atenciones y controles necesarios para ver si su bebé estaba bien. Allí fue examinada por su médico, quien determinó que la joven estaba nerviosa y muy angustiada. También fue revisada por el médico policial, quien dejó constancia que “no presentaba lesiones físicas visibles”.
Posteriormente, la mujer manifestó que no quería realizar denuncia para “no perjudicar a su pareja en su trabajo”.
Sin embargo, pese a la negativa de la mujer, con el informe médico, más el testimonio de la joven, la División de Atención de la Mujer elevó la denuncia a la Fiscalía N° 3, a cargo de Marcelo Soto, quien dispuso la aprehensión de Ponce, debido a que “se debe resguardar la salud del bebé por nacer, más allá de que su madre no quiera hacer denuncia”.
Mientras tanto, al tomar conocimiento de que el fiscal Soto ordenó la detención de Ponce, la joven agredida abandonó la clínica y fue a la Dirección de Zona Interior e hizo una exposición aclarando que “nadie le había pegado” sino que “se había golpeado sola”. Además, intentó convencer al fiscal de desistir del pedido de detención que pesa sobre su novio.
Por otra parte, por orden de su jefa, la joven fue trasladada a la Comisaría de Colonia Aborigen donde prestará funciones a partir de la fecha. Mientras que el agresor – a quien se le retiró el arma reglamentaria – es buscado por sus pares para su inmediata detención, ya que no se lo halló en su domicilio.
Fuente Diario Primera LInea