Fabián Darío Gómez, de 24 años, denunció que el jueves alrededor de las 20 se encontraba junto a su pareja y su hijo de cinco años en su vivienda de calle Colón y avenida Río Paraná cuando se les cortó la electricidad.
El joven salió al patio para ver si había algún desperfecto en la zona y observó a un grupo de siete personas, entre ellos sus vecinos, que lo estaban “esperando” muñidos de machetes, hierros y hasta armas de fuego. Estas personas, dijo el damnificado, habían cortado el cable de electricidad. De esa manera comienza el relato del dramático suceso que Gómez expuso ante la Unidad Descentralizada de Atención a la Víctima del Poder Judicial, y en el que identifica con nombre y apellido a los atacantes, sobre los cuales dijo que “lo hicieron en represalia porque los denuncié dos veces en la Comisaría de Vilelas por robo, pero la policía nunca hizo nada”.
Gómez contó que esta patota comenzó a amenazarlo e insultarlo y llegaron a efectuar al menos dos disparos intimidatorios, razón por la cual su pareja con hijo en brazos intentó alejarse del lugar en su moto, siendo atacada a patadas por uno de estos sujetos que la hizo caer. “Afortunadamente no la lastimaron más porque otro vecino intervino para ayudarla a ella y a mi hijo”, expresó. Pero lo peor estaba por venir. En medio de las agresiones e insultos, algunos integrantes de la patota ingresaron en la vivienda y provocaron un incendio que no tardó en extenderse a gran parte de la precaria estructura que quedó consumida prácticamente en su totalidad. Incluso quemando a una perra pitbull de siete meses, en tanto que otra perra mestiza de la familia no pudo ser hallada tras el hecho.
Los atacantes se fueron del lugar no sin antes llevarse la motocicleta de Gómez, una Zanella ZB.
Gómez y su pareja pidieron auxilio en la Comisaría de Puerto Vilelas, sin obtener ningún tipo de respuesta. “No mandaron a ningún policía ni nada a ayudarnos” comentó el muchacho, por lo que terminó llamando a su madre Evangelina que dio aviso al 911 y al poco tiempo llegaron patrulleros y bomberos que finalmente trabajaron en sofocar el fuego, aunque ya era tarde. El damnificado remarcó que lo ocurrido se debió a una “venganza” de las personas a las cuales él ya había denunciado por hechos de robo (las cuales identificó en las respectivas exposiciones ante el Poder Judicial), y se quejó que en ninguna de dichas ocasiones la policía de Vilelas hizo algo al respecto.
Fuente Diario Norte