Un día después de que la Corte Suprema de Justicia confirmara la condena a 15 años de prisión contra el sacerdote Julio César Grassi por abuso sexual de menores, se produjo un incendio en un sector de la Fundación Felices los Niños que podría haberse iniciado en forma «intencional».
El siniestro tuvo lugar en el mediodía de este miércoles en oficinas y habitaciones donde habrían ocurrido los abusos, según la denuncia. El abogado querellante Juan Pablo Gallego se refirió al hecho y dijo que «todo indica que los incendios son intencionales».
«Ahora tenemos noticias concretas. A horas de conocerse el fallo definitivo aparecen incendiados los lugares de los crímenes espantosos donde ocurrieron los abusos», indicó.
El abogado insistió con que el siniestro «fue intencional» y remarcó que «Grassi no perdió poder en la fundación, aún conserva poder». «Es un sujeto altamente peligroso. Es muy sugestivo que ante la decisión de la Corte aparezcan los incendios», reiteró.
En agosto de 2015, se produjo un incendio de importantes dimensiones en una de las casas del complejo de la Fundación que dirigía el sacerdote Julio César Grassi en el partido bonaerense de Hurlingham.
Este lunes, la Corte ratificó la condena contra Grassi por «abuso sexual agravado por resultar sacerdote, encargado de la educación y de la guarda del menor víctima, reiterado, dos hechos, en concurso real entre sí, que a su vez concurren formalmente con corrupción de menores agravada».
De esta manera, quedó firme la condena emitida en el 2009, cuyo fallo ya fue confirmado previamente por la Cámara de Casación y la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires, contra Grassi, quien se encuentra detenido en el penal N° 41 de Campana.
Por otro lado, el abogado de Grassi, Rodrigo González, anticipó que ahora pedirán la libertad condicional del cura, al sostener que su cliente ya habría cumplido dos tercios de su condena.
La defensa de Grassi computa los años que lleva preso en el penal de Campana más aquellos donde «no tuvo una libertad plena» durante el proceso por las restricciones que se le habían impuesto.