{"id":20508,"date":"2019-04-01T21:48:29","date_gmt":"2019-04-01T21:48:29","guid":{"rendered":"http:\/\/diariosdelchaco.com\/?p=20508"},"modified":"2019-04-01T21:48:30","modified_gmt":"2019-04-01T21:48:30","slug":"malvinas-tras-enfrentarse-en-combate-se-hicieron-amigos-y-ahora-volvieron-juntos-a-las-islas","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/diariochaco.com.ar\/2019\/04\/01\/malvinas-tras-enfrentarse-en-combate-se-hicieron-amigos-y-ahora-volvieron-juntos-a-las-islas\/","title":{"rendered":"Malvinas. Tras enfrentarse en combate, se hicieron amigos y ahora volvieron juntos a las islas"},"content":{"rendered":"\n

Treinta y siete a\u00f1os despu\u00e9s, todo le pareci\u00f3 igual. \nLos lugares donde se abastec\u00edan de agua, donde encend\u00edan fuego, donde \nestaban las letrinas. El sonido del viento, las gotas de lluvia. Solo \nfaltaban sus compa\u00f1eros. Lautaro Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n los proyect\u00f3 ah\u00ed en \nese escenario quebrado, pedregoso, de matas verdes y amarillas. A su \nlado, Marc Townsend le contaba que desde el Monte Kent ten\u00edan una muy \nbuena perspectiva de todas las alturas y defensas alrededor de Puerto \nArgentino. Tambi\u00e9n le se\u00f1al\u00f3 el lugar exacto donde un ingl\u00e9s hab\u00eda ca\u00eddo\n aquella noche y donde ellos colocaron una peque\u00f1a cruz y unas flores.<\/p>\n\n\n\n

Ya en la cresta del Monte Harriet comentaron c\u00f3mo en \naquellos a\u00f1os sub\u00edan y bajaban como si nada un trayecto que ahora les \ncostaba. Observaron el campo de batalla: la ladera norte donde se \nenfrentaron la noche del 8 al 9 de junio de 1982. De un lado, el \nsubteniente en comisi\u00f3n Lautaro Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n, al frente de la 3\u00b0 \nsecci\u00f3n de la compa\u00f1\u00eda B del Regimiento de Infanter\u00eda 4. Del otro, el \nteniente Marc Townsend, a cargo de la 1\u00b0 secci\u00f3n, de la compa\u00f1\u00eda K del \nComando 42 de Royal Marines. Ah\u00ed mismo, en ese enfrentamiento durante \nla Guerra de Malvinas<\/a>, intentaron matarse. Ahora los une una amistad de una d\u00e9cada. Ese destino que Borges hubiese querido para \nJuan L\u00f3pez y John Ward<\/a>.<\/p>\n\n\n\n

El primer contacto fue un correo electr\u00f3nico de Lautaro \nen 2008: necesitaba escribirle a quien hab\u00eda comandado aquel ataque. \nHubo una respuesta. Una visita a Buenos Aires. Un viaje a Suiza. Y ahora\n el regreso de ambos al punto de partida con la intenci\u00f3n de cerrar una \netapa.<\/p>\n\n\n\n

\u00abPese a que cada uno mantiene sus creencias pol\u00edticas, armamos una amistad. \u00c9l sufri\u00f3 tantas privaciones como yo, pero del otro lado. Hay respeto y tambi\u00e9n coincidencias: parece contradictorio pero a los militares no nos gusta la guerra, porque en el fondo la guerra es el fracaso de la condici\u00f3n humana y los que van a pelearla son los soldados, no los pol\u00edticos\u00bb, dice Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n.<\/p>\n\n\n\n

\"Lautaro
Lautaro Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n y Marc Townsend intercambian boinas en el mismo sitio donde se enfrentaron 37 a\u00f1os<\/figcaption><\/figure>\n\n\n\n

\nBautismo de fuego\n<\/h2>\n\n\n\n

A\u00fan persisten en el terreno las posiciones y algunos\n pertrechos entre las piedras. Vainas de proyectiles le evocan a Lautaro\n aquel combate, su bautismo de fuego –con solo 19 a\u00f1os– y el de la \nsecci\u00f3n. En sus palabras: \u00abEl momento donde confirm\u00e1s si est\u00e1s preparado\n para sobrellevarlo, o si sucumb\u00eds en el intento. El momento en que \natraves\u00e1s un umbral y jam\u00e1s volv\u00e9s a ser el mismo\u00bb.<\/p>\n\n\n\n

Aquella noche, a las 22.30, no lloviznaba y casi no soplaba el viento. La seguridad estaba a cargo del sargento Donato Sol\u00eds y cuatro soldados, entre ellos, el radioperador y estafeta Alberto Teodoro Flores. Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n intentaba dormir cuando Teodoro le inform\u00f3 que Sol\u00eds preguntaba si era posible que los hombres que observaba hacia el valle fueran comandos argentinos que volv\u00edan a sus l\u00edneas. \u00abDe ser as\u00ed, nos hubiesen informado\u00bb, dijo Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n. Entonces le orden\u00f3 que volviera a su posici\u00f3n y abrieran fuego.<\/p>\n\n\n\n

\"Lautaro
Lautaro Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n y Teodoro Flores en el lugar exacto donde estaba su posici\u00f3n de combate en el monte<\/figcaption><\/figure>\n\n\n\n

El combate estall\u00f3 a 50 metros. \u00c9l descarg\u00f3 varias rondas de \ndisparos. Cuando intentaba el segundo cambio de cargador -no tiene \nregistro del primero– se agach\u00f3 en el pozo y observ\u00f3 a Teodoro con la \nradio en la mano mir\u00e1ndolo y esperando \u00f3rdenes. Ah\u00ed tom\u00f3 conciencia de \nque no era un tirador m\u00e1s: era el jefe de la secci\u00f3n. Dio \u00f3rdenes para \ndirigir el caos. A su lado, el cabo Nicol\u00e1s Odorcic tiraba con un \nmortero de 60 mm. Hip\u00f3lito Gonz\u00e1lez, con granadas de fusil. Las \nmuniciones iban y ven\u00edan como fuegos artificiales y los morteros de la \nsecci\u00f3n de apoyo de su compa\u00f1\u00eda iluminaban el \u00e1rea. Los brit\u00e1nicos no \nlograban avanzar.<\/p>\n\n\n\n

Con las bater\u00edas de la radio agotadas y sin recambio, \nTeodoro llev\u00f3 corriendo un parte hasta el puesto de comando del teniente\n primero Carlos Arroyo, en el sector oeste del monte, para que les \nenviara refuerzos y poder encarar un peque\u00f1o contraataque. As\u00ed, los \ningleses empezaron a replegarse. Quince minutos m\u00e1s tarde ya no quedaba \nnadie en la zona: los hab\u00edan rechazado. Pero el cabo de reserva Hip\u00f3lito\n Gonz\u00e1lez y el soldado Martiniano G\u00f3mez hab\u00edan muerto en combate. El \nsargento Donato Sol\u00eds y el soldado Antonio Funes estaban heridos.<\/p>\n\n\n\n

\u00abLas situaciones cr\u00edticas y extremas durante los combates\n son los momentos que m\u00e1s nos marcaron. Nuestros muertos, 27 de todo el \nregimiento, seis de mi secci\u00f3n, fueron lo m\u00e1s duro de sobrellevar \ndurante la guerra y principalmente en la posguerra. Es algo que jam\u00e1s se\n olvida\u00bb, dice.<\/p>\n\n\n\n

\nVisita a los ca\u00eddos\n<\/h2>\n\n\n\n

M\u00e1s all\u00e1 de los encuentros con Townsend, Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n viaj\u00f3 hasta las Islas Malvinas<\/a> con los veteranos Rub\u00e9n Cucciara, Pablo Oliva, Miguel Mosquera, Manuel Larroza y Alberto Teodoro Flores. Viajar con Flores tuvo un significado especial para \u00e9l. Junto a Carlos Antonio Salvatierra -que no pudo viajar– lo rescataron y llevaron a un puesto de socorro tras quedar tendido por accionar una trampa explosiva. El grupo pudo cumplir el principal objetivo que se plantearon: visitar a sus camaradas ca\u00eddos en el cementerio de Darwin. \u00abLlorar a mis soldados en Darwin es cerrar una etapa. Sent\u00ed como que nos miraban cuando estuvimos ah\u00ed\u00bb, dice.<\/p>\n\n\n\n

\"Veteranos
Veteranos del Regimiento de Infanter\u00eda 4 en el Cementerio Argentino de Darwin<\/figcaption><\/figure><\/div>\n\n\n\n

Lautaro Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n naci\u00f3 en Corrientes un 10 de junio de 1962, \nd\u00eda de la reafirmaci\u00f3n de los derechos soberanos sobre las Islas \nMalvinas, Islas del Atl\u00e1ntico Sur y el Sector Ant\u00e1rtico. Algo que \u00e9l \nmismo considera un presagio. Finalizada la guerra, regres\u00f3 al continente\n en el buque brit\u00e1nico Camberra como prisionero de guerra. Ya ten\u00eda en \nmente escribir sobre lo vivido ah\u00ed. Dos d\u00e9cadas despu\u00e9s, lleg\u00f3 a sus \nmanos un libro ingl\u00e9s que relataba gran parte del conflicto. Uno de sus \nautores se defin\u00eda como historiador del Regimiento de Infanter\u00eda 4, su \nunidad de combate. Eso impuls\u00f3 aquella idea: hoy tiene tres libros \npublicados. \nMalvinas en Primera L\u00ednea<\/em>, el primero, cuenta con seis ediciones.<\/p>\n\n\n\n

Cuando investig\u00f3 para su libro, lo primero que Lautaro \nquiso saber era qu\u00e9 tipo de tropas los hab\u00edan atacado. A qu\u00e9 unidad \npertenec\u00edan y qui\u00e9n era su jefe. Ah\u00ed escuch\u00f3, por primera vez, el nombre\n de Marc Townsend. No le result\u00f3 f\u00e1cil escribir ese primer correo en \n2008. Lo asaltaban sensaciones extra\u00f1as. Le estaba enviando un mensaje a\n quien hab\u00eda sido su enemigo. Tampoco lograba imaginar cu\u00e1l ser\u00eda su \nreacci\u00f3n al leerlo. Entonces, en un texto escueto, le explic\u00f3 que la \ncomunicaci\u00f3n entre ambos no influir\u00eda en las posturas pol\u00edticas que cada\n uno podr\u00eda tener con respecto a las islas.<\/p>\n\n\n\n

Townsend hab\u00eda servido en los Royal Marines hasta 1987, \ncuando se mud\u00f3 al Sudeste Asi\u00e1tico, aunque cada cinco a\u00f1os volv\u00eda a \nInglaterra para reunirse con sus camaradas de armas. Su vida hab\u00eda \ntomado otro rumbo y los recuerdos de la guerra no eran algo prioritario.\n \u00abRecibir ese correo me traslad\u00f3 en el tiempo, despertando mi inter\u00e9s \nacerca de qui\u00e9n era ese joven oficial que se enfrent\u00f3 a m\u00ed y ahora me \nestaba escribiendo. Un oficial bien entrenado, que combati\u00f3 con \ngallard\u00eda junto a sus hombres\u00bb, cuenta Townsend.<\/p>\n\n\n\n

En los primeros mensajes, Lautaro se enfoc\u00f3 en preguntarle si consideraba correctos los mapas que \u00e9l hab\u00eda dibujado para su primer libro. El intercambio se volvi\u00f3 m\u00e1s frecuente y personal. Compartieron fotos, y un d\u00eda Marc le dijo que quer\u00eda viajar a la Argentina con su hija para conocerlo.<\/p>\n\n\n\n

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Lautaro Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n y Marc Townsend conversan sobre los lugares que ocup\u00f3 cada uno durante la guerra<\/figcaption><\/figure><\/div>\n\n\n\n

\nUn bolso lleno de recuerdos\n<\/h2>\n\n\n\n

As\u00ed, en 2017, se conocieron en persona. Se saludaron\n con mucho respeto. Marc cargaba un bolso lleno de recuerdos de la \nguerra y un mapa que despleg\u00f3 sobre la mesa y les ayud\u00f3 a explayarse. \nCompartieron comidas en familia y paseos por Buenos Aires. \nEso s\u00ed: evitaron hablar de la situaci\u00f3n actual de las islas.<\/a>\n Al a\u00f1o siguiente fueron los Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n los que viajaron a Suiza, \ndonde Marc tiene una casa. Fue all\u00e1 donde Lautaro le coment\u00f3 que a \nprincipios de este a\u00f1o habr\u00eda una carrera en las islas y le propuso \ncorrerla juntos: la idea le encant\u00f3.<\/p>\n\n\n\n

La corrieron el domingo 24 de este mes. Al equipo lo llamaron Chimichurri por la mezcla que representaba: Marc Townsend, Marcelo De Bernardis, corredor hist\u00f3rico de la carrera y coordinador de su viaje, Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n y su esposa, Graciela Brunazzo (que en 1982 escribi\u00f3 una carta al Soldado Desconocido\u00bb y que \u00e9l recibi\u00f3 dentro de una raci\u00f3n de combate, momentos antes de su bautismo de fuego en el monte Harriet). En otra de las actividades en la isla volvieron a enfrentarse en unas partidas de ajedrez organizadas por el ingeniero Mario Petrucci, presidente de la Federaci\u00f3n Argentina de Ajedrez y del C\u00edrculo de Ajedrez de Villa Martelli.<\/p>\n\n\n\n

\"El
El equipo Chimichurri: Graciela Brunazzo, esposa de Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n, \u00e9l, Marc Townsend y Marcelo De Bernardis, corredor hist\u00f3rico de la carrera en las islas<\/figcaption><\/figure><\/div>\n\n\n\n

Recorrer el lugar exacto donde libraron el combate le permiti\u00f3 a Marc\n Townsend tener una dimensi\u00f3n real de lo ocurrido. Le result\u00f3 incre\u00edble \nestar junto a la misma roca que le dio resguardo en aquel \nenfrentamiento. En su viaje anterior, en 2012, no hab\u00eda podido reconocer\n el lugar porque esa tarde hab\u00eda poca visibilidad. \u00abAhora, gracias a lo \nque Lautaro me mostr\u00f3 de sus propias posiciones, no me caben dudas de \nque esa era la roca desde donde combatimos. Fue movilizador ver el lugar\n donde la secci\u00f3n de Lautaro dispon\u00eda de un refugio bien cubierto por \nlas rocas donde descansar y hacer fuego sin ser detectados. Es \nfascinante volver juntos y que cada uno le cuente al otro acerca de su \ngente y poder encontrar materiales utilizados por los soldados en la \nguerra\u00bb, cuenta Marc.<\/p>\n\n\n\n

Cada uno se ubic\u00f3 en la posici\u00f3n desde donde se enfrentaron. Entre risas, simularon dispararse. Y se acercaron de nuevo el uno al otro: ah\u00ed mismo, donde 37 a\u00f1os atr\u00e1s intentaron matarse, ahora intercambiaron sus boinas.<\/p>\n\n\n\n

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El veterano Edgardo Duarte Lachnicht, Jim\u00e9nez Corbal\u00e1n y Townsend, en la cumbre del monte Harriet, frente a la cruz que conmemora a los ca\u00eddos brit\u00e1nicos<\/figcaption><\/figure><\/div>\n\n\n\n

Por: Fernando Massa<\/a><\/p>\n\n\n\n

Fuente: lanacion.com.ar<\/p>\n

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