Pablo lleva cuatro horas frente a la pantalla. La consola est\u00e1 que arde. El GTA no le da tregua, no le permite desconcentrarse un minuto. Quedan todav\u00eda varios niveles por superar. Ni \u00e9l ni ninguno de sus copilotos, con los que est\u00e1 jugando en red, se resigna al game over.
\nPablo tiene 11 a\u00f1os, usa lentes desde que cumpli\u00f3 6 porque padece un principio de miop\u00eda, producto del tiempo sentado frente a la computadora. A temprana edad consigui\u00f3 su primer celular. Fue su mejor cumplea\u00f1os, seg\u00fan \u00e9l mismo recuerda. Vivi\u00f3 y vive su infancia entre smartphone, tablet y PlayStation.
\nLo que parec\u00eda normal para un ni\u00f1o de su edad se convirti\u00f3 en un problema, no s\u00f3lo por las innumerables consultas con el oftalm\u00f3logo sino porque se queda dormido en clases. Sus maestras advierten que no presta atenci\u00f3n, que no alcanza a concluir con sus deberes.
\nLa historia de Pablo puede ser la de Juli\u00e1n, Francisco, Delfina o Lourdes. El escenario se repite en las casas y en las escuelas sin distinguir edades, m\u00e1s bien entre ni\u00f1os, adolescentes, j\u00f3venes y adultos j\u00f3venes. Son tecnoadictos.
\nAgentes de salud y educadores dan cuenta hace tiempo de que la tecnolog\u00eda -sobre todo los videojuegos- puede ser adictiva, impactando de manera negativa en la vida de las personas.
\nLa Organizaci\u00f3n Mundial de la Salud (OMS) entendi\u00f3 que se trata de un drama y avanz\u00f3 en la declaraci\u00f3n de la adicci\u00f3n al videojuego como una enfermedad. Y ese reconocimiento no apunta \u00fanicamente a los ni\u00f1os. Por el contrario. Seg\u00fan datos que maneja la Subsecretar\u00eda de Prevenci\u00f3n de Adicciones del Ministerio de Salud P\u00fablica de Misiones, la poblaci\u00f3n mayormente afectada por la adicci\u00f3n a la tecnolog\u00eda son los adultos j\u00f3venes, de entre 25 y 30 a\u00f1os.
\nLuego de 28 a\u00f1os, la OMS actualiz\u00f3 la Clasificaci\u00f3n Internacional de Enfermedades (IDC, por sus siglas en ingl\u00e9s) y uno de los cambios m\u00e1s llamativos en ese listado de patolog\u00edas fue la inclusi\u00f3n de la adicci\u00f3n a los videojuegos como un nuevo trastorno mental.
\nDe acuerdo el apartado sobre el tema en el IDC-11, este mal se caracteriza por un \u201ccomportamiento de juego persistente o recurrente que se realiza principalmente por internet\u201d.
\nEl subsecretario de Prevenci\u00f3n de Adicciones de la cartera local, Carlos B\u00e1ez se\u00f1al\u00f3 en di\u00e1logo con El Territorio: \u201cNo tengo dudas de que es un drama, aunque la gente no dimensiona o no est\u00e1 completamente sensibilizada\u201d.
\nLa problem\u00e1ticas exige un cambio de h\u00e1bitos; la imposici\u00f3n de nuevos l\u00edmites. La Subsecretar\u00eda no tuvo consultas ni pedidos de intervenci\u00f3n concretos respecto al uso de los videojuegos, en tanto los especialistas reconocen el trastorno: ni\u00f1os que ya no juegan, adolescentes inmersos en las redes sociales, adultos j\u00f3venes que est\u00e1n al borde de perder su trabajo o ponen en riesgo sus relaciones personales.
\n\u201cLos chicos y adolescentes est\u00e1n horas y horas queriendo ser youtuber, ya no aspiran a ser grandes profesionales. Eso es un indicio o una muestra de una futura adicci\u00f3n\u201d, se\u00f1al\u00f3 B\u00e1ez.
\nEl funcionario ampli\u00f3 el espectro de an\u00e1lisis y apunt\u00f3 al uso y abuso de las nuevas tecnolog\u00edas teniendo como enemigo p\u00fablico el celular. \u201cS\u00f3lo hace falta pararse en una esquina para darse cuenta de la dependencia al celular, la cantidad de gente que se detiene para ver el \u00faltimo mensaje o cuando par\u00e1s en un sem\u00e1foro, lo primero es mirar el celular\u201d.
\n\u201cLo primero que se ve en los chicos son problemas en la visi\u00f3n, tanto tablet como celular son miopizantes y lo otro es estar m\u00e1s pendiente del mundo virtual que real\u201d, agreg\u00f3.
\nEn ese sentido, profesionales en salud mental consultados por este medio hicieron especial hincapi\u00e9 en el creciente apego a lo irreal. \u201cLa persona que utiliza de manera inapropiada los videojuegos se sumerge en un mundo de fantas\u00eda, facilitado por los diversos escenarios que se proponen. El usuario hace un roleplaying con los diferentes personajes, evadi\u00e9ndose de la realidad\u201d, asevera la psic\u00f3loga Rosana Aranchuk.
\n\u201cLas adicciones se inician como conductas placenteras, pero posteriormente esclavizan al sujeto, compulsivas y obsesivas, perjudicando su calidad de vida. Abarca desde internet, telefon\u00eda m\u00f3vil y videojuegos hasta redes de televisi\u00f3n, reproductores port\u00e1tiles de audio y video, etc\u00e9tera\u201d, manifiesta Corina Dousset Urquiza, directora del Prevenci\u00f3n de Adicciones de la Municipalidad de Posadas.
\nDousset Urquiza es magister en Prevenci\u00f3n y Asistencia a las Drogodependencias, desde su experiencia en campo asegura:
\n\u201cLas adicciones no qu\u00edmicas representan un grave riesgo para la salud y por supuesto para la educaci\u00f3n en el caso de escolarizados, riesgos en el trabajo y en la v\u00eda p\u00fablica debido al uso inadecuado de una conducta normal y saludable\u201d.
\nEl planteo de la OMS obligar\u00e1, seguramente, a contar con muestras que reflejen la realidad por provincia y por regi\u00f3n. En ese sentido, es responsabilidad del Estado repensar las encuestas anuales a estudiantes de ense\u00f1anza media, por ejemplo. Aquellas que realizaba la Secretar\u00eda de Programaci\u00f3n para la Prevenci\u00f3n de la Drogadicci\u00f3n y la Lucha contra el Narcotr\u00e1fico (Sedronar), que en la gesti\u00f3n de Mauricio Macri pas\u00f3 a llamarse Secretar\u00eda de Pol\u00edticas Integrales sobre Drogas.
\nNo hay dudas de que se necesitan estrategias de trabajo para encontrar soluciones. En principio, y hasta tanto haya un programa de tratamiento para los tecnoadictos, los especialistas detallan cu\u00e1les son los s\u00edntomas a tener en cuenta para detectar la patolog\u00eda en el \u00e1mbito m\u00e1s personal, ya sea el hogar o el aula. As\u00ed, lo que sigue ser\u00e1 la consulta con un m\u00e9dico para tratar el trastorno (ver Explicaci\u00f3n de la OMS).
\nLas siguientes p\u00e1ginas representan una aproximaci\u00f3n a la realidad de un problema vigente aunque mal considerado todav\u00eda inofensivo.<\/p>\n
Fuente diario el Territorio<\/p>\n