Volvió repatriado en 2008, cuando la situación en ciencia y tecnología comenzaba a ver la luz. Con el MinCyT recién estrenado, Cristina Fernández declaraba al programa Raíces una política de Estado; el gobierno invitaba a los investigadores argentinos radicados afuera a que regresen. Turjanski fue el número 600 y le solicitaron que prepare un discurso: “Siempre voy a recordar ese momento. Agradecí mucho y hacia el final dije que volvía porque había alguien que quería que volviese. Y ese alguien era el Estado, que volvía a confiar en los científicos como trabajadores imprescindibles para el progreso”. El Ministerio había identificado a la Bioinformática como un campo de referencia, así que al regresar tomó un cargo docente en la UBA y participó de la creación de una plataforma genómica con el propósito de empezar a leer genomas y examinar los datos obtenidos. Se secuenciaron los primeros y, con la colaboración de médicos del hospital Ramos Mejía, se realizó el primer diagnóstico de enfermedades genéticas hereditarias en el país.

Hoy tiene 46 años, es Investigador del Conicet y coordinador nacional del Sistema Nacional de Datos Genómicos. Además, se desempeña como Director científico de Bitgenia, la empresa de base tecnológica que despliega un programa de medicina de precisión y que como parte de ese propósito lanzó el test de riesgo genético al mercado. “Nada de lo que conseguimos hubiese ocurrido sin el apoyo del Estado. El mío constituye un buen ejemplo de cómo es posible articular una política científica a largo plazo y obtener buenos resultados. Hoy Argentina cuenta con una política de datos genómicos”.

poesteban@gmail.com