Lactalis, el gigante lácteo francés que desembargó en el país en 2015, vendió su última planta argentina a un operador local por una suma no revelada. «Este sitio argentino fue parte de una adquisición más grande realizada en México», enfatizó un vocero de la empresa.
La desinversión se produce después de que Lactalis, en diciembre de 2022, adquiriera Dairy Partners America, joint venture de Fonterra y Nestlé, por la que pagó alrededor de u$s136 millones.
La compañía era dueña de la fábrica de quesos La Mucca, en el pueblo santafesino de Díaz, donde daba empleo a 85 personas. Pero los márgenes del negocio se contrajeron, y Lactalis primero se desprendió de esa planta y ahora de las oficinas que tenía en Buenos Aires.
En 2021, según el Global Dairy Top 20 anual de Rabobank, Lactalis superó a Nestlé como el mayor productor de lácteos del mundo y es el segundo mayor productor de alimentos en Francia, después de Danone.
Proceso de desinversión
En septiembre la empresa francesa se desprendió de la fábrica en Díaz dentro de la cual desarrollaban sus tareas 85 personas aproximadamente. Según trascendió, el comprador fue «un grupo rosarino», cuyo nombre se desconoce pero que hasta el momento de la adquisición no estaría vinculado al sector de los lácteos.
Además de sus actividades productivas, Lactalis poseía oficinas en Buenos Aires desde las cuales gestionaba la otra «pata» de su negocio, relacionada con la importación de sus productos insignia franceses. Sin embargo, éstas también cerrarán sus puertas a fines de marzo «por tiempo indeterminado».
Tras vender la fábrica en Santa Fe, el grupo francés trató de mantener el negocio con acuerdos de exportación con terceros que les permitieran obtener los dólares suficientes para poder importar. Todo esto en medio de las restricciones oficiales para comprar productos extranjeros.
Sin embargo, esta iniciativa llevada a cabo entre octubre y febrero no prosperó, y por eso Lactalis decidió irse de Argentina. La compañía con sede central en el Viejo Continente ni siquiera optó por dejar en el país un distribuidor que comercializara sus productos, según publicó Clarín.