Además, la carne vacuna también se incrementó más del 60 por ciento, en el último año. Por esta razón también bajó el consumo entre los argentinos.
La inflación golpea fuerte a los sectores con menor poder adquisitivo. Tal es el caso, que los precios de la carne vacuna y del pollo, uno de sus productos sustitutos, crecieron en elevados porcentajes. Este último, en mayo, acumuló una suba interanual del 86%.
Según datos del Indec, la inflación general fue del 5,1% en mayo y acumuló una variación del 60,7% en los últimos doce meses. En la comparación interanual, se trató del dato más alto desde 1992.
En tanto, se destaca que los precios de los cortes vacunos crecieron por encima de esas cifras en el último año.
Según se desprende del último informe elaborado por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), en mayo, el precio del asado subió 5,5% mensual y la nalga trepó 5%.
“En los demás casos, las subas fueron superiores al 6%”, señaló el estudio, en el que se destacó: “En tanto, en mayo el precio del pollo entero subió 8,3%, una variación muy significativa, aunque más moderada que las verificadas en marzo y abril (15,1% y 12,1% mensual, respectivamente)”.
“En los últimos doce meses, los precios de todos los cortes cárnicos considerados en el IPC-GBA aumentaron a un ritmo superior al del nivel general, con excepción de las hamburguesas congeladas. El precio del asado registró un aumento de 62,2% anual, el de la carne picada, 63,3%, el de la paleta, 65,2%, el del cuadril, 66,7%, y el de la nalga, 67,2%”, mientras que, en el caso del pollo, se registró un incremento interanual del 86%, según se indicó.
El incremento del pollo no se trata de un dato menor, ya que actualmente –por una cuestión de precios- los argentinos consumen prácticamente la misma cantidad de carne bovina que aviar. Con este escenario, el aumento en el pollo golpea todavía más a los sectores con menor poder adquisitivo que justamente cambiaron su dieta por su menor valor.
Al analizar las posibles causas de estos incrementos, desde el CEPA hicieron mención a una de las variables que son esgrimidas por los productores: una de ellas, es el aumento de los precios del maíz.
“El precio de la carne se integra, entre otros, por el costo de la vaca, el costo del ternero y el alimento con maíz. Por lo que estiman que la incidencia del maíz en el costo de Hacienda alcanzaría valores cercanos al 8% del costo total. Pero a pesar de estos datos, se observa una correlación estrecha entre precio internacional del maíz y precio de novillito. En efecto, si bien el maíz no resulta ser el único costo en la formación del precio de la carne en mostrador, lo cierto es que pareciera operar como valor de referencia para la determinación del precio final. En definitiva, el incremento del precio del maíz puede explicar una pequeña parte del incremento del precio de la carne vacuna”, remarcaron desde la consultora.