Es tal el apoyo que está recibiendo Ucrania por parte de la comunidad internacional, que hasta países que históricamente se han mostrado neutrales ante los diferentes conflictos armados, ahora se ubican del lado de Kiev para contener el avance de las tropas rusas. Finlandia, neutral pero miembro de la Unión Europea (UE), informó este lunes que había tomado la decisión “histórica” de suministrar armas a Ucrania.
“Finlandia suministrará asistencia militar a Ucrania. Es una decisión histórica para Finlandia”, dijo la primera ministra Sanna Marin en una rueda de prensa.
Se tratará de 2.500 fusiles de asalto, 150.000 municiones, 1.500 lanza-granadas y 70.000 raciones de campaña, precisó su ministro de Defensa, Antti Kaikkonen. “El cambio de línea de Alemania fue particularmente significativo”, precisó Kaikkonen.
Alemania rompió con su doctrina, al anunciar el suministro a Ucrania de 1.000 lanzacohetes antitanque, 500 misiles tierra-aire Stinger, 9 lanzadores de obuses, 14 vehículos blindados y 10.000 toneladas de combustible.
Tradicionalmente, Finlandia, que tiene una frontera de más de 1.300 kilómetros con su vecino ruso, no exporta armas a zonas de conflicto.
Antes el país nórdico había decidido enviar a Ucrania chalecos antibalas, cascos y un hospital móvil para apoyar al país frente a la invasión rusa.
Por su parte, este lunes el Gobierno noruego anunció su primer envío de armamento a Ucrania, rompiendo así una tradición de no exportar armas a países en guerra o peligro de guerra vigente desde 1959.
En concreto, Noruega donará a Kiev 2.000 lanzagranadas anticarro M72 “para defender la tierra contra la agresión militar de Rusia”, explicó el primer ministro noruego, Jonas Gahr Store, en una nota de prensa oficial del Gobierno.
“Estamos en la misma línea que nuestros aliados estrechos y otros países nórdicos. Noruega tiene restricciones a la exportación de material militar, pero Ucrania está ahora en una situación extraordinaria”, señaló. Además, el Gobierno cuenta con una mayoría parlamentaria de formaciones que apoyan el envío de estas armas.
Noruega, como otros países, ha recibido un listado de material militar que demanda Ucrania, explica la nota de prensa oficial. “Estas armas son fáciles de usar y sirven para defenderse de vehículos blindados. Las Fuerzas Armadas trabajan ya para preparar y enviar este material lo antes posible”, explicó por su parte el ministro de Defensa, Odd Roger Enoksen.
Por otra parte, Canadá anunció igualmente este lunes un nuevo envío de material militar a Ucrania, el tercero, informó la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Mélanie Joly.
“Mi función es garantizar que la ayuda llegue a las manos de los soldados ucranianos que están luchando por su vida y combatiendo por su patria”, manifestó Joly, según recoge la cadena de televisión pública canadiense CBC. El material será entregado a través de la frontera con Polonia, ha destacado Joly, que visitará este martes ese país “para garantizar que la entrega se haga bien”.
Otro país que rompió con su tradicional neutralidad es Suiza, que adoptará las sanciones de la Unión Europea contra los ciudadanos y entidades rusas implicadas en la invasión de Ucrania por parte de Moscú y congelará sus activos, según anunció el Gobierno este lunes.
“En vista de la continua intervención militar de Rusia en Ucrania, el Consejo Federal (órgano ejecutivo de Suiza) tomó la decisión el 28 de febrero de adoptar los paquetes de sanciones impuestas por la UE el 23 y 25 de febrero”, dijo el Gobierno suizo en un comunicado.
Suiza también adoptó sanciones financieras con efecto inmediato contra el presidente ruso Vladimir Putin, el primer ministro Mikhail Mishustin y el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, añadió.
“Suiza reafirma su solidaridad con Ucrania y su pueblo: entregará suministros de ayuda para las personas que han huido a Polonia”, dijo el Gobierno suizo, renovando su oferta de mediación en la disputa.
El presidente suizo, Ignazio Cassis, había declarado el domingo que era “muy probable” que Suiza siga la línea de la UE.
Suiza ha caminado por una línea tortuosa entre mostrar su solidaridad con Occidente por lo que considera una grave violación del derecho internacional por parte de Moscú y mantener su tradicional neutralidad que, según dice, podría convertirla en un potencial mediador.
Pero se ha enfrentado a una creciente presión para que se pusiera de forma inequívoca del lado de Occidente contra Moscú y adoptara sanciones punitivas