Los empresarios de discotecas y shows en vivo le pidieron al Gobierno abrir los locales, rebajas impositivas y apoyo para pagar salarios

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Luego de conocerse que la provincia de Buenos Aires habilitaría la posibilidad de hacer fiestas de hasta 200 personas en lugares al aire libre como opción para tratar de disminuir las posibles fiestas clandestinas que ya comienzan a multiplicarse, los dueños de las discotecas que integran IDEAr (Industria del Entretenimiento Argentino) enviaron una carta al presidente de la Nación, Alberto Fernández, y a los 24 gobernadores del país en la que les solicitaron la posibilidad de abrir y una serie de medidas de apoyo ante la fuerte crisis del sector por la pandemia y la cuarentena.

Los empresarios piden: 

-Implementación de un marco normativo que implique la suspensión del cobro de alquileres o cánones locativos hasta tanto se viabilice el normal funcionamiento de nuestras actividades comerciales.

-Estipular tarifas de emergencia para los servicios (energía, gas, agua), para aquellos inmuebles afectados a las actividades referidas.

-Suspensión del cobro de Impuestos, Tasas y contribuciones especiales, tanto de orden provincial como municipal, que gravan la actividad y los inmuebles hasta tanto se autorice el reinicio de la explotación comercial.

-Se suspendan las moratorias fiscales vigentes, prorrogando sus vencimientos para fechas posteriores al cese de la prohibición de funcionamiento.

-Creación de un programa especial de asistencia para el pago de sueldos de trabajadores, subsidios para prestadores de servicios independientes vinculados a la actividad, junto a un régimen de exenciones de aportes patronales mientras dure la pandemia.

– Flexibilización en las condiciones para liberar un embargo.

– Otorgamiento de créditos a tasa cero para empresarios del sector ante el BICE o BNA con montos y cantidad de establecimientos a definir.

En este sentido, remarcaron la “falta de legislación clara y cumplible” por parte de los gobiernos nacional, provinciales y municipales. El objetivo de esta carta, según IDEAr, “es poner sobre la mesa la necesidad de contar con entretenimiento seguro real, con protocolos y reglas claras”; y concluyeron categóricamente: “Esperamos y deseamos que las autoridades no hagan oídos sordos a una sociedad y una industria que piden a gritos ser escuchados”, explayaron.

“Nos vemos en la imperiosa necesidad de escribirle para transmitirle nuestra profunda preocupación por la creciente ola de clandestinidad en relación al entretenimiento que afecta a nuestro país y la indefinición que rodea a nuestra industria en una temporada de verano que ya comenzó” comienza la carta que le enviaron al presidente.

Luego de hacer referencia a las diferentes legislaciones según la provincia en la que se desarrolle el negocio del boliche, los empresarios señalaron que el objetivo de la carta que le enviaron al presidente es “poner sobre la mesa la necesidad de contar con entretenimiento seguro real, con protocolos y reglas claras que reflejen lo que realmente ocurre en nuestro país y se intente ordenar y mejorar. Las fiestas clandestinas ya dejaron de ser clandestinas. Todos saben que ocurren y casi nadie hace nada. ¿Será que a algunas autoridades les sirve la clandestinidad? ¿Cómo se explica que en todas las provincias de nuestro país se repitan este tipo de eventos cada vez más masivos y casi nadie haga nada para frenarlos?”.

Apuntando principalmente a que se suceden fiestas sin autorización y que ese “flagelo creció a pasos agigantados con el correr de la cuarentena más larga del mundo”, los dueños de los boliches señalaron que “a mayor restricción, mayor clandestinidad. La gente hace meses que no se queda en su casa y los jóvenes buscan los momentos de ocio y entretenimiento. Si esto no se ordena, los riesgos que se corren serán cada vez más altos”.

Pero, además de señalar los riesgos, la carta de la entidad señala directamente a los funcionarios como cómplices de esa clandestinidad al escribir que “los responsables de todas las consecuencias derivadas de la clandestinidad serán, únicamente, las autoridades que eligen mirar para otro lado y no hacerse cargo de la situación”.

Los empresarios hacen referencia que las fiestas clandestinas tienen riesgos como “falta de seguridad: robos, peleas, de servicios de emergencia: intoxicaciones, accidentes, etc.”. Además hacen referencia a que este tipo de eventos se realizan con “riesgos eléctricos” porque aseguran que no hay profesionales técnicos. Además de hacer referencia a los “ruidos molestos” para los vecinos, los miembros de la Cámara de la Industria del Entretenimiento Argentino volvieron a hacer referencia a la cuestión del riesgo sanitario porque dicen que hay “una carencia total de protocolos, sin distanciamiento alguno e imposibilidad de mantener las burbujas sociales”.

Con este esquema la carta explica que quieren trabajar en conjunto con las autoridades pero señalan a que “probablemente somos la industria más golpeada y que todavía hoy, 16 de diciembre, dependemos de la buena predisposición de algún intendente que entienda la situación y nos permita ejercer nuestro trabajo de forma ordenada aun ‘incumpliendo’ la normativa provincial o nacional vigente”.

“Necesitamos ofrecer a la sociedad entretenimiento seguro y con protocolos, bajo esquema de burbujas sociales, con horarios extendidos para evitar que la gran mayoría de la gente quiera continuar la noche más allá de los horarios establecidos”, sentencian los “bolicheros”.

Fuente infobae