Sergio Alila, siete meses en prisión: imputaron a su padre por encubrimiento y él seguirá detenido

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Atrás quedaron los días en los que Sergio Alila burló a sus denunciantes, a la Justicia, a la Policía y a los medios tras su orden de detención por las graves denuncias de abuso sexual a menores de edad que recayeron sobre él. Estuvo una semana prófugo y ahora cumple 7 meses en prisión.

CUÁL ES SU SITUACIÓN

El procurador de la provincia, Jorge Canteros, dialogó con Diario TAG y mencionó que Alila está con prisión preventiva firme en una de la causa. Cabe resaltar que se le iniciaron dos causas por los mismos motivos.

Hay una demora en la elevación a juicio, al respecto desde la Justicia explicaron a este medio que se encuentra pendiente una junta médica, por los inconvenientes provocados por la pandemia. Una vez resuelta la misma, se fijará fecha de juicio que ante la cercanía de la feria judicial debería pensarse para el próximo año.

El día de su detención 

Canteros confirmó un dato que hasta el momento no se había señalado: el padre de Sergio Alila está imputado por encubrimiento permaneciendo en libertad y sometido al proceso. Durante sus días prófugo, el denunciado por abuso sexual aplicó sus conocimientos tecnológicos para no dejar rastros de sus conexiones a internet, se disfrazó y se presume que se escondió en dos domicilios con la ayuda de familiares.

ABSTENCIÓN A DECLARAR Y EVALUACIÓN PSICOLÓGICA

A los pocos días de su captura, el hombre de 33 años, que según las denuncias aseguraba tener una edad mucho menor, tuvo su primer encuentro con la Justicia y allí se abstuvo a declarar. Una posición contraria a la que hasta entonces había mostrado en sus distintas redes sociales.

Sus burlas días previos de hacerse pública la denuncia formal en su contra

En esa época, mayo, las víctimas ya habían declarado y se citó a los testigos que ofrecieron ellas. Mientras tanto, Abel Cáceres, abogado defensor del denunciado, presentó un escrito indicando que su defendido tomaba medicación recetada por una psiquiatra ya que «padecía problemas psiquiátricos» y que “las dejó de tomar”.

Ante ello, el fiscal Roberto Villalba decidió someterlo a una pericia psicológica aún no resuelta.

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