El fiscal federal Patricio Sabadini pidió que se indague a los responsables de un frigorífico, que funciona bajo la modalidad de cooperativa de trabajo, y a los titulares de una curtiembre por supuesta contaminación del Río Negro, un afluente del Paraná.
Concretamente para el fiscal hay elementos para creer que deben ser indagados por el artículo 55 de la Ley 24051, Ley de Residuos Peligrosos, que establece que “será reprimido con las mismas penas establecidas en el artículo 200 del Código Penal, el que, utilizando los residuos a que se refiere la presente ley, envenenare, adulterare o contaminare de un modo peligroso para la salud, el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general”.
La causa comenzó con la denuncia que presentó Félix Díaz, como presidente del Consejo Consultivo y Participativo de los Pueblos Indígenas de la República Argentina, ante el fiscal Federal a cargo de la Unidad Fiscal de Investigaciones en Materia Ambiental (UFIMA), Ramiro González.
Y en la misma indicó que un frigorífico vertería residuos en el Río Negro y que ello generaría un grave riesgo a la salud de las comunidades indígenas del Barrio Toba, Barrio Timbó, asentamiento Berta Cáceres, Asentamiento Timbó, asentamiento La Paz, Chelillí y Barrio Crescencio I y II.
Al poco tiempo se realizó un gran trabajo pericial por esta causa que incluyó allanamientos y extracciones de muestras en las inmediaciones de diversas fábricas ubicadas en la zona de la Ruta Nacional 16.
También se supo que el peritaje realizado determinó que los vertidos desechados al Río Negro por la curtiembre y la cooperativa presentan valores que superan las concentraciones permitidas.
Y los análisis efectuados sobre el río chaqueño permitieron divisar valores altos de cinc y plomo por fuera de los niveles guía de calidad de agua para protección de vida acuática.
Además estos elevados niveles de plomo y cinc fueron detectados entre la curtiembre y el matadero.
Toda la contaminación detectada podría trasladarse a otras jurisdicciones, tomando en consideración que las aguas del Río Negro confluyen en el Río Paraná, luego de desembocar en el riacho Barranqueras.
“La incriminación penal apunta directamente contra las conductas que afectan a la salud pública, pero con un alcance más amplio que el concepto de salud pública contemplado por el Código Penal. Ya que este peligro a la salud no puede estar desconectado del objeto de protección especifico de la norma, que está integrado por el suelo, el agua, la atmósfera y el ambiente general que exige daño”, indicó una fuente consultada.
“Las aguas del río Negro confluyen en el río Paraná, luego de desembocar en el riacho Barranqueras por lo tanto la contaminación puede ser transportada a otras jurisdicciones y al río Paraná, afectando de esta manera a las personas y al ambiente fuera de los límites de esta provincia, por tratarte el agua de un medio móvil, con flujo constante de materiales”, añadió la fuente consultada.
Fuente norte