Cansancio, el factor común del diván en el cierre del año

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A días de ingresar al último mes del año, se intensifican las emociones y el cuerpo pasa factura. Contracturas, problemas para conciliar el sueño, preocupaciones que dan vueltas en la cabeza pueden ser signos de cansancio en este último tramo de 2019.
Para finalizar esta etapa sin sobresaltos anímicos, disfrutando de cada día y con ganas de proyectar nuevas metas a futuro, la psicóloga Noelia Mariel Verdún (MP 652) propone hacer un alto en la rutina para indagar en nuestros pensamientos y revisar aquellas cuestiones que pueden ser causa de desvelo y ansiedad.
A la vez, consideró que si el malestar persiste es recomendable acudir al médico o psicólogo que indicará los pasos a seguir.
“En esta época llegan pacientes al consultorio que manifiestan sentirse muy cansados y también realizan balances sobre lo que ha sido el año. El cansancio es un motivo frecuente de consulta que ha ido en crecimiento”, indicó.
Y expresó: “Se escuchan mayormente frases como ‘qué rápido pasó el año’ o  ‘ya quiero que se termine’, ‘fue un año difícil’ o ‘el próximo espero sea mejor’. Son dichos que habitualmente manifiestan las personas determinando inconscientemente que el año que comienza mágicamente va a cambiar. De hecho, eso podría ser factible, pero el secreto es que va depender de cada uno de nosotros”.
Estos enunciados muy comunes evidencian cuán pendientes estamos del futuro y nos olvidamos del hoy.
“Si pensamos que el año pasó volando, que se va muy rápido, quitemos de nuestra vida el modo automático. Detengámonos a vivir, a disfrutar de lo más lindo que es respirar, mirar alrededor las cosas simples pero tan valiosas que tenemos -que muchos no tienen- como la libertad de expresión, la comida, la salud, el trabajo”.
Con estos sencillos ejercicios de valorar lo que se tiene y disfrutar de lo cotidiano, de la familia, de los amigos, del aire libre, se corre la perspectiva de medir un período sólo por aquello que nos falta o lo que no hemos logrado.
“Mientras tanto van sucediendo situaciones que sí, es verdad, ya no dependen de nosotros: una enfermedad, un duelo que elaborar, situaciones económicas son acontecimientos que van depender de nuestra capacidad de resiliencia de cómo manejarlas y buscar soluciones, pero también debemos prestar atención a aquello que sí podemos decidir para nuestra vida”, refirió la especialista y continuó: “Depende de cada uno de nosotros dejar de vivir de manera automática, si fallamos, lo podemos revertir, si lastimamos podemos pedir perdón, no contestemos enojados, tengamos paciencia, tolerancia y cada año que pasa va a ser mejor”.
De esta manera, el mes 12, que suele ser cargado de actividades, se presenta a su vez como un tiempo para aprender. “Muchas veces nuestras expectativas son muy altas cuando comienza un nuevo año. No está mal eso, de hecho si fuera así, es porque hay un fuerza interior, una fe incondicional de salir adelante, pese a las luchas que hemos tenido a lo largo del año que es necesario  ir dejando atrás”, dijo.