El viernes una mujer de 28 años denunció ante la Policía que había perdido contacto con su hermana gemela, embarazada, que en horas de la mañana viajado desde la Isla del Cerrito hacia Resistencia para visitar a su médico porque había tenido “pérdida”.
Al mediodía se había comunicado con una amiga para informarle que había perdido el bebé y estaba internada en un sanatorio de Resistencia, donde le darían el alta por la tarde.
Contó que ella y su hermano la buscaron en todos los sanatorios pero no lograron hallarla.
De inmediato se inició el protocolo de búsqueda de personas a partir de información aportada por familiares y amigos de la mujer desaparecida, que no arrojó resultado.
Finalmente la noche del sábado se comunicó con su familia para avisar que regresaba a la Isla del Cerrito en un remís Fiat Palio.
El vehículo fue interceptado en el acceso a esa localidad y, efectivamente, la mujer estaba a bordo y fue llevada, junto al conductor, a la División Medicina Legal.
Ahí ella manifestó que se sentía mal, por lo que fue trasladada rápidamente al hospital Perrando, donde confesó lo ocurrido.
Dijo que había dado a luz en un sanatorio céntrico de la capital, donde se registró con otro nombre, y entregó el bebé a otra mujer, de 26 años.
Rápidamente la Policía recorrió la zona y halló a la mujer en cuestión, junto a otra de 52 años, en inmediaciones del sanatorio, cargando al recién nacido.
Las mujeres fueron detenidas y el bebé fue hospitalizado para verificar su estado de salud, y puesto al cuidado de un tío.
Poco después fueron detenidos dos médicos que se desempeñan tanto en el ámbito privado como en Salud Pública. Uno de ellos, que había asistido el parto, recuperó la libertad, al igual que el remisero.
Las fiscales Nélida Villalva y Daniela Meiriño mantuvieron detenidos a las mujeres que se habrían apropiado del bebé y al otro médico que habría oficiado de “intermediario” por supuestas “supresión y suplantación de identidad”.
Aunque no trascendieron mayores detalles de la investigación, la parturiente se habría registrado con el nombre de la mujer a la que iba a entregar el bebé, para sortear las cuestiones administrativas en el sanatorio e inscribirlo como hijo de ésta.
También se trata de determinar si el bebé fue “regalado” o “vendido”.
Fuente: hdpnoticias
