El merendero abrió sus puertas en Octubre del 2017, «en principio la iniciativa fue de un grupo de camioneros pero ellos quisieron, por problemas entre ellos, que quede a cargo una persona que saque adelante su propuesta. Fue así que con mi esposo seguimos adelante con esta difícil tarea de alimentar a los niños que más lo necesitan», contó Valeria.
«Es una tarea dura y a la vez gratificante pero cuando sentí que no podía más y decidí que iba a cerrar el merendero, lo publiqué en Facebook para dar aviso, la reacción de toda la comunidad me sorprendió muchísimo. Entre todos decidieron ayudar con lo que podían para que no cerrará y hasta el día de hoy con ayuda de todos los vecinos podemos cumplir con este gran sueño», agregó.
«Son 100 niños los que vienen», dijo Valeria, «y les proporcionamos los lunes, miércoles y viernes, una cena y los martes, jueves y sábados, la merienda. Muchos de los chicos van porque esa es su última o única comida», añadió.
«Es muy difícil conseguir todo lo necesario para hacer la comida, a veces ni duermo pensando en que voy a cocinar o a quién le voy a pedir la colaboración, pero me pone muy contenta saber que siempre que mando mensajes y pido lo necesario, mis vecinos estar dispuestos a ayudar, nunca me dicen que no», agregó.
«De comer les preparamos lo que está a nuestro alcance, expresó Valeria y nombró algunos platos, guisos, salsas, arroz con leche, polenta dulce, maicena con leche, pan con mermelada para acompañar el cocido con leche, o la chocolatada y a veces hacemos tortas fritas».
«Ayudar a mí, me llena el alma, hacer algo por los niños me sale del corazón. Siempre tengo a dos amigos que me ayudan y mi hermana, ellos hacen que el trabajo sea más placentero aún», concluyó.
Fuente diario 21tv