Fueron las palabras de Hernán Ustariz, párroco del Colegio Fátima de Castelar a las estudiantes. También amenazó con echar a las chicas que tenían distintivos de la campaña por el aborto legal y que reclaman por Educación Sexual Integral.
Sucedió el martes 19 de junio, en el colegio secundario Nuestra Señora de Fátima, de Castelar, Morón. A menos de una semana del gran paso que dio el movimiento de mujeres a favor de la legalización del aborto donde la movilización social se impuso en las calles conquistando la media sanción en la cámara de Diputados.
Luego de proyectar un video en contra del aborto, el párroco de la institución sostuvo retrogradas declaraciones frente a las alumnas y alumnos de sexto año que apoyan este derecho fundamental de las mujeres y reclaman por la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral. “Si no están enamoradas, no tengan sexo. Si no quieren tener hijos, cierren las piernas” dijo Hernán Ustariz.
Frente al repudio que generaron sus dichos, un día después el párroco emitió una hipócrita carta pidiendo «disculpas»
Las alumnas planearon exhibir distintivos verdes en el acto por el Día de la Bandera, lo que provocó el enojo de las autoridades. “Si están a favor de que se muera un bebé, ¿por qué no están a favor de que se mueran también las mujeres?”, les preguntó el sacerdote. La situación continuó con amenazas de echarlas del colegio.
Jorgelina Esteche, docente miembro de la Agrupación Marrón-PTS y Pan y Rosas, y Congresal de Suteba Morón, declaró: «los comentarios del sacerdote Ustariz son repudiables, pero no es algo aislado, es parte de la campaña y el lobby que hizo la Iglesia para que no salga la media sanción por el derecho al aborto y a tono con el propio Papa Francisco que comparó el aborto legal con los nazis, pero en este caso «con guantes blancos». Podemos respetar el culto individual, pero los representantes de la Iglesia no tienen ninguna autoridad sobre nosotras, son los mismos que hablan del derecho a la vida, pero encubren a los curas pedófilos, quienes se opusieron al matrimonio igualitario e históricamente a cualquier derecho democrático elemental para las mujeres. Claramente la pelea es también por es exigir la separación de la Iglesia del Estado, hay que acabar con los sueldos que el Estado les paga a los obispos, con los subsidios, los privilegios, las exenciones de impuestos a sus grandes propiedades y todas las prebendas que tiene la Iglesia, mientras para el pueblo trabajador se prepara un gran saqueo de la mano del Gobierno y los empresarios”.
En el marco de la lucha por el derecho al aborto agregó: «el enorme movimiento de mujeres que se expresó en las últimas semanas debe redoblar la organización y presencia en las calles para pelear por la media sanción de la legalización del aborto en el Senado. No podemos tener ninguna expectativa en los gobernadores que conviven en sus feudos con la Iglesia. Tampoco ir detrás de los que, como se mostró en Diputados, nos hablan de “transversalidad” pero muchas de las que se pronunciaron a favor del aborto legal vienen aplicando las medidas del ajuste sobre los trabajadores”.
También planteó que «el ajuste que está imponiendo el FMI traerá terribles consecuencias para el pueblo trabajador. La inflación, los tarifazos, los despidos y un deterioro cada vez más acuciante de la Salud y la Educación Pública, ponen en riesgo también las condiciones en que los derechos de las mujeres puedan hacerse realmente efectivos. La educación sexual integral no puede ejercerse sin docentes, sin escuelas ni financiamiento. El aborto legal no puede practicarse en hospitales sin insumos, sin personal idóneo y atiborrados de pacientes pobres y de familias trabajadoras que deberán recurrir a la atención gratuita. La única salida para el pueblo trabajador, es el no pago de la deuda externa, ilegal, ilegitima y fraudulenta y destinar la millonaria sangría de dólares, que se va del país continuamente, en garantizar las necesidades de las mayorías»
Por ultimo, dijo que «la marea verde esta llamada a tejer las alianzas con las enfermeras y enfermeros, con las trabajadoras y trabajadores de la educación, fortalecer los lazos de la juventud con la clase que mueve los resortes de la economía. Es decir, unir el poderoso movimiento de mujeres que lucha por el derecho al aborto con el conjunto de la clase trabajadora y el pueblo pobre que denuncian y enfrentan el ajuste en curso. Hacia el lunes 25 en el marco del paro general, la fuerza de las mujeres tiene que estar en primera línea»
Fuente Diario21.tv